Parecía una escena de telenovela: un ciudadano estadounidense que tiene prohibido ingresar a México, se casó con el amor de su vida en el breve momento en que se abrió la puerta en la frontera que separa los dos países. Por desgracia, ahora esta historia de amor está siendo amargada con la noticia de que el novio resultó ser un traficante de drogas, según informan los medios locales.
Brian Houston, de San Diego (EE.UU.), y Evelia Reyes, de Ciudad de México, se hicieron marido y mujer tras firmar documentos oficiales en Tijuana y jurarse amor eterno entre las puertas de acero que se abren solo una hora cada año en el marco del evento 'Puerta de la Esperanza'. Ese gran momento permite que las personas que no pueden cruzar la frontera se reúnan durante aproximadamente tres minutos.
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No todo es felicidad. Poco después de la ceremonia matrimonial, los agentes fronterizos se enteraron de que Houston está a la espera de sentencia en la corte federal de San Diego, tras ser declarado culpable de contrabando de drogas en mayo pasado, informa AP. Pero nada de eso impidió la dicha nupcial: la verificación de antecedentes federales del hombre, realizada antes de la boda, no dio con esa información.
"Los agentes están molestos, sienten que fueron utilizados, sienten que fueron engañados", dijo Joshua Wilson, el vicepresidente del Consejo Nacional de Patrullas Fronterizas Local 1613. "Resulta que proporcionamos seguridad armada para una boda del cártel", concluyó.
Houston fue arrestado en febrero pasado, cuando entraba a EE.UU. por el puesto fronterizo de San Ysidro. Los fiscales le confiscaron 19 kilos de heroína, otros tantos de cocaína y 21 kilos de metanfetamina, escondidos en su automóvil.
Gracias a Houston, el evento 'Puerta de la Esperanza' está ahora bajo escrutinio.