Una nueva reforma fiscal impulsada por Donald Trump abriría las puertas a las empresas petroleras para realizar perforación hidráulica en zonas costeras del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
Líderes indígenas del estado norteamericano de Alaska manifestaron frente al edificio del Capitolio para exigir al Congreso que excluya las perforaciones en el Ártico, que serían válidas mediante una nueva reforma fiscal impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump.
Una cláusula poco conocida introducida en la versión del Senado del proyecto tributario dejaría al Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, disponible para buscar petróleo y gas mediante la perforación hidráulica o fracking.
El Refugio contiene una gran riqueza en biodiversidad y alberga osos polares, aves migratorias, renos y muchos animales salvajes, también ha sido hogar de indígenas por miles de años.
El mandatario estadounidense le abrió la puerta a las empresas petroleras que desde la década de los setenta persiguen los combustibles fósiles en las costas del Ártico.
La reforma permitiría subastar dos licencias de perforación de 1.600 kilómetros cuadrados en la zona costera del Refugio.
En la zona existen poblaciones indígenas de las tribus Inupiat y Gwich'in cuya sobrevivencia depende de la caza de renos y ballenas.
La medida de la administración Trump generó la indignación entre los activistas y defensores del medioambiente.
El Gobierno de EE.UU. continúa respaldando la industria petrolera y gasística en ese país y deja de lado los derechos de los pueblos en regiones como Alaska.
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