Washington, 1 dic (EFE).- Un abogado de inmigración de EE.UU. se declaró culpable este jueves de estafa a sus clientes y al Gobierno por presentar unas 250 solicitudes de visado falsas con las que obtuvo unos 750.000 dólares de beneficio.
El abogado, Joel Paul, con despacho en Indianápolis (Indiana), admitió haber urdido una trama fraudulenta que operó entre 2013 y 2017, de acuerdo con un comunicado del Departamento de Justicia.
El anuncio de la declaración de culpabilidad fue formulado por el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions; el fiscal general en funciones, John P. Cronan de la División Penal del Departamento de Justicia; y por el agente especial encargado del caso, James M. Gibbons.
Según el Departamento de Justicia, Paul presentaba, sin el conocimiento de sus clientes, copias no autorizadas de un documento emitido por la Fiscalía de EE.UU. que certificaba que el solicitante había colaborado con las autoridades para resolver un crimen del que había sido víctima.
Este certificado permitía a los solicitantes obtener visados tipo U, destinados precisamente a víctimas de un crimen que han sufrido secuelas físicas o psicológicas y que colaboran con las autoridades en su resolución.
El abogado cobraba unos 3.000 dólares por solicitud.
A Paul, de 45 años, le acusaron de los delitos de fraude por correo, fraude de documentos de inmigración y robo de identidad con agravantes.
Su condena, impuesta por la jueza federal del Distrito Sur de Indiana, Jane E. Magnus-Stinson, se conocerá a principios de 2018.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, dijo que su Departamento "se compromete" a "acabar con el fraude y los abusos" en el sistema migratorio, tal y como prometió el presidente, Donald Trump, para llegar a la Casa Blanca.
"No toleraremos el fraude a ningún nivel, y haremos responder ante la Justicia a los que realizan actos de fraude", añadió.