Charles Manson, el mayor asesino de la historia de los Estados Unidos en el siglo XX, dejó escrito un insólito testamento fechado el 14 de febrero de 2002 y que fue revelado en las últimas horas por las autoridades. Pero lejos de dejarle sus pertenencias —desde instrumentos hasta una propiedad— a sus familiares, decidió hacerlo con una persona desconocida tanto para sus amigos como para sus parientes.
En el documento, al que tuvo acceso el sitio TMZ, el criminal muerto el pasado domingo en California a los 83 años, nombra a un ignoto y relativamente reciente personaje en su vida, cuyo nombre se mantendrá en el anonimato por pedido del beneficiado, destaca Infobae.
Manson, quien murió en un hospital californiano pero purgaba prisión de por vida en el penal de Corcoran, en ese estado norteamericano, eligió a un hombre con el cual intercambiaba cartas de puño y letra y con quien se hicieron amigos en las últimas décadas.
Este "amigo por correspondencia" comenzó a escribirle a Manson en los 90, por curiosidad y estuvo mucho tiempo sin recibir respuesta por parte del asesino. Fueron 50 las epístolas que le mandó y que no tuvieron réplicas. Tampoco sabía si el infame serial killer las leía o las descartaba cuando llegaban a su celda.
Finalmente, en 1997, el heredero recibió una carta cuyo remitente estaba datado en el penal de Corcoran, California, y llevaba la firma del demoníaco personaje. Era la primera vez que tenía en sus manos y podía leer la despareja letra del recluso más famoso del país. Fue entonces que iniciaron una "amistad por correspondencia" cada vez más fluida. Comenzaron a hablar por teléfono, y en los primeros días de febrero de 2002, tuvieron su primer encuentro en prisión. Diez días después de esa reunión, Manson redactó su testamento.
En su testimonio, Manson le dejó a su admirador todas sus pertenencias: dinero en efectivo, vestimenta, objetos personales, los derechos comerciales sobre su imagen y ropa con su rostro y futuros libros y películas, su exclusivo "catálogo musical", los derechos sobre su obra musical y una vivienda. Pero además, lo nombró como el destinatario de sus restos mortales.
Además, deja expresamente que nada de lo que le perteneció hasta el día de su muerte deberá ir a manos de sus dos hijos, Michael Brunner y Charles Manson Jr. "Los desheredé a ambos hijos, conocidos y a cualquier desconocido en el presente y en el futuro", dejó asentado en las dos páginas que conforman el documento, escrito parte en máquina y parte con su puño. También aclara que de los beneficios quedan excluidos "parientes, hijos, ex esposa, familiares políticos, abogados, amigos, prisioneros, policías y guardias o el estado de California".
Desde 2002, el "amigo por correspondencia" de Manson lo visitó varias veces en prisión, donde trabaron amistad. El pasado 21 de octubre hablaron por última vez por teléfono. Con su puño, el criminal escribió en el documento: "No estoy en el mejor lugar para descansar en paz". A continuación, firmó.