A partir de julio de 2019, unos 59.000 haitianos que residen legalmente en Estados Unidos bajo el permiso temporal de estadía TPS perderán este beneficio otorgado tras el devastador sismo de 2010 en el país caribeño, anunció el lunes el gobierno de Donald Trump.
Según el Departamento de Seguridad Interior (DHS), responsable del Estatus de Protección Temporal (TPS), las condiciones que motivaron que Haití fuera incluido en este programa de corte humanitario mejoraron, permitiendo el regreso a casa de los ciudadanos de ese país.
"Con base en toda la información disponible, incluidas las recomendaciones recibidas como parte de un proceso de consulta interinstitucional, la secretaria interina (Elaine) Duke determinó que esas condiciones extraordinarias pero temporales causadas por el terremoto de 2010 ya no existen", indicó el DHS en un comunicado.
El TPS para Haití vencía el 22 de enero de 2018 y el gobierno debía anunciar su decisión de renovarlo o terminarlo antes de 60 días de esa fecha.
Duke dijo el lunes que la designación de TPS para Haití caducará el 22 de julio de 2019, dando un plazo de 18 meses "para permitir una transición ordenada".
En mayo pasado, al anunciar la renovación del TPS para Haití, el entonces secretario de Seguridad Interior y actual jefe de Gabinete de Trump, John Kelly, había advertido que probablemente el país caribeño no volvería a ser designado como beneficiario del TPS, instando a quienes lo detentaban a preparar su retorno.
– Que el Congreso decida –
El TPS, un mecanismo creado por el Congreso en los años 1990 para amparar a inmigrantes que por desastres naturales o conflictos armados no podían regresar de manera segura a sus países, fue concedido a Haití tras el terremoto de enero de 2010, que provocó la muerte de más de 200.000 personas y obligó al desplazamiento de aproximadamente un millón de haitianos.
"Desde el terremoto de 2010, el número de personas desplazadas en Haití ha disminuido en un 97%. Se han dado pasos significativos para mejorar la estabilidad y la calidad de vida de los ciudadanos haitianos, y Haití puede recibir con seguridad" a quienes retornen, indicó el DHS.
Duke se reunió recientemente en Washington con el canciller haitiano, Antonio Rodríguez. Haití ha demostrado su "compromiso de prepararse adecuadamente" para cuando finalice su designación como beneficiario del TPS, dijo el DHS.
"Alentamos a las personas a que comiencen a buscar alternativas: que soliciten otro estatus migratorio o se preparen para partir", dijo un alto funcionario del gobierno Trump al explicar la decisión a periodistas.
"Estados Unidos ha estado trabajando con Haití durante muchos años y seguirá comprometido con el país", aseguró.
El TPS, que el DHS puede renovar por periodos de seis a 18 meses si considera que la realidad en los países designados así lo amerita, no es una vía para acceder a la residencia permanente o la ciudadanía, sino un beneficio de corte humanitario.
"El Congreso es la alternativa para una solución permanente al tema migratorio", dijo otro funcionario.
– "Completamente inapropiado" –
Steve Forester, coordinador del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití (IJDH), con sede en Miami, donde se concentra la diáspora haitiana en Estados Unidos, deploró la decisión.
"Es completamente inapropiado dadas las condiciones en Haití. Y este es el triunfo de la ideología sobre los hechos. Porque los hechos sobre el terreno son claros y esto desestabilizará a Haití y será malo para los Estados Unidos", dijo a la AFP.
No es la primera vez que la administración Trump pone fin a la designación de un país bajo el TPS, que beneficia a más de 300.000 personas de una decena de países.
El 6 de noviembre anunció el fin del TPS para Nicaragua y dijo que "es posible" que Honduras pierda también su designación, que fue prorrogada hasta julio de 2018. En enero debe pronunciarse sobre el futuro de unos 195.000 salvadoreños.
Desde que ganó la elección hace un año con un duro discurso antiinmigrante, Trump derogó el DACA, una iniciativa que protegía de la deportación a inmigrantes ilegales traídos de niños al país, y avanza en el diseño del muro fronterizo con México para frenar "las drogas y el crimen".
Además, recortó el flujo anual de refugiados al país en más de 50%, restringió la emisión de visas en todo el mundo e intentó prohibir el ingreso a viajeros de 11 países.