SAN FRANCISCO (AP) — Las autoridades de San Francisco están enfrascadas en un contencioso debate sobre cómo regular las ventas de la marihuana, un acontecimiento sorpresivo en una ciudad famosa por su tolerancia a la droga.
Parte de la controversia radica en que muchos críticos de la legalización, especialmente inmigrantes chinos de edad avanzada, están tratando de limitar el número de locales donde el estupefaciente podrá comercializarse cuando entre en vigencia la legalización en enero.
Los concejales de la ciudad tienen programada una reunión el martes, donde podrían votar en torno a una solución temporal, según la cual se vendería la marihuana en los establecimientos ya existentes para su uso medicinal, a partir del primero de enero, mientras se dirime el tema de dónde permitir el establecimiento de tiendas nuevas.
Algunos dueños de comercios están molestos porque temen que el acceso a sus tiendas quede excesivamente restringido, y muchos habitantes de San Francisco se preguntan qué ha sido de aquella ciudad de rebeldía y amor libre tan famosa por sus hippies. No es inusual percibir el humo de la marihuana, en plena de calle y a plena luz del día en muchos de los vecindarios de la ciudad.
“Seamos honestos: la marihuana es perfectamente legal y no se ha acabado el mundo. Mucha de la información que se está dando es totalmente falsa”, expresó Jeff Sheehy, un concejal de la ciudad que usa la marihuana medicinal debido a los dolores que le provocan las medicinas contra el VIH.
Tanto él como otros partidarios de permitir las tiendas de marihuana recreacional a 183 metros (600 pies) de distancia de las escuelas, un radio comparable al que se usa para tiendas que venden licor o tabaco. Las tiendas de marihuana medicinal actualmente deben estar a por lo menos 305 metros (1.000 pies) de distancia de escuelas y centros de recreación a donde acudan menores.
Pero algunas agrupaciones de inmigrantes chinos exigen que se prohíba totalmente el establecimiento de las tiendas en el barrio chino, o “Chinatown”. En todo caso, dicen que las tiendas deben estar a por lo menos 460 metros (1.500 pies) de toda escuela o centro frecuentado por menores.