Washington, 1 nov (EFE).- El presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó hoy que piensa considerar el envío a la cárcel de Guantánamo (Cuba) del sospechoso del atentado de este martes en Nueva York, un inmigrante de nacionalidad uzbeka identificado como Safyullo Saipov.
Al ser preguntado por un periodista durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, Trump dijo que "ciertamente" evaluará mandar a Saipov a Guantánamo, una cárcel que su predecesor, el expresidente Barack Obama, intentó cerrar sin éxito.
"Enviarlo (al sospechoso) a Guantánamo. Definitivamente lo consideraría", comentó el presidente, quien calificó de "animal" al presunto terrorista.
En el atentado, que consistió en un atropello múltiple y considerado el peor ocurrido en Nueva York desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, murieron ocho personas, cinco de ellas de nacionalidad argentina, y doce más resultaron heridas.
Saipov, herido por disparos de un policía y bajo vigilancia ahora en un hospital de Nueva York, llevaba varias semanas preparando el ataque y siguió "exactamente" instrucciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según detallaron hoy en una rueda de prensa las autoridades de Nueva York.
El expresidente Obama (2009-2017) prometió cerrar Guantánamo nada más llegar al poder y, aunque no pudo cumplir su promesa, consiguió reducir la población carcelaria de 242 a 41 presos con la transferencia de casi dos centenares de individuos a terceros países.
Durante la campaña electoral, Trump se mostró contrario a las liberaciones de presos y, además, prometió mantener y ampliar esa cárcel para llenarla, en sus palabras, de "tipos malos".
La cárcel de Guantánamo llegó a albergar a 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush (2001-2009), tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Mientras, los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham urgieron al Gobierno de Trump a que el sospechoso del atentado en Nueva York sea tratado, "retenido e interrogado" como un "combatiente enemigo", sin que le sean leídos sus derechos básicos, conocidos como "Miranda Rights".
En un comunicado, McCain enfatizó que ataques terroristas como el de Nueva York y los ocurridos en los últimos años en lugares como San Bernardino (California) y Boston deben ser considerados "actos de guerra" contra EE.UU.