CABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU. (AP) — El papa Francisco se dispone a realizar su primera llamada telefónica extraplanetaria.
El jueves, el papa hablará con los seis astronautas en la Estación Espacial Internacional. Será apenas la segunda vez que un pontífice llama al cielo. Benedicto XVI lo hizo en 2011.
El astronauta italiano Paolo Nespoli estaba en el laboratorio orbital cuando se produjo la primera llamada pontificia y estará para la segunda, junto con tres estadounidenses y dos rusos.
Francisco es conocido por sus llamadas inesperadas. Pero esta estaba en preparación desde hace tiempo. La Agencia Espacial Europea la organizó con ayuda técnica de la NASA.
Un gran contingente católico encabezado por el cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, asistirá a la conversación en el control de la misión.
El astronauta estadounidense Jack Fischer, quien acaba de regresar de la estación, dijo que su fe aumentó en el espacio. Invitó a su párroco a la fiesta de regreso a casa el mes pasado.
“Uno mira por la ventana y no puede dejar de sentir que es apenas una pequeña parte de una totalidad más grande”, dijo Fischer. “Al contemplar la belleza alucinante del universo, la fe crece de una manera que es difícil de describir”.
Desde su lanzamiento en julio, Nespoli ha publicado fotos asombrosas de Italia en Twitter; una de las más recientes muestra los Alpes desde 400 kilómetros (250 millas) de altura.
En contexto
Las autoridades italianas investigan el robo de unas reliquias con sangre del papa san Juan Pablo II que han sido robadas del santuario de la localidad de Montecastello (norte de Italia), confirmaron hoy a Efe fuentes de este templo.
Las reliquias fueron robadas junto a fragmentos de hueso del beato Jerzy Popieluszko, presbítero polaco asesinado en 1984, situadas en el altar mayor.
El suceso ocurrió la pasada semana aunque la noticia fue comunicada hoy y, según las primeras sospechas, los ladrones se hicieron pasar por turistas y robaron las reliquias poco antes del horario de cierre de este santuario situado en las inmediaciones del lago de Garda, en la provincia de Brescia.