Miami, 23 oct (EFE).- El hispano simpatizante del grupo terrorista Estado Islámico (EI) detenido el pasado viernes por intentar detonar una bomba en un centro comercial de Miami se presentó hoy ante un juez federal en esa ciudad de Florida.
Vicente Solano, al que las autoridades federales acusan de intentar detonar un arma de destrucción masiva, acudió a la audiencia, en la que el juez indicó que le asignará un abogado de oficio ante la imposibilidad del sospechoso de contar con uno por sus propios medios.
La Fiscalía solicitó que el hispano, del que se ha dicho que tiene 53 años y trabaja como pintor, pero se desconoce sus orígenes, quede en prisión provisional hasta el juicio debido al riesgo de fuga y el peligro que representa para la comunidad.
Solano fue detenido en el centro comercial Dolphin Mall, ubicado en el oeste del condado de Miami-Dade y muy visitado por turistas, después de que un informante confidencial alertara en septiembre a un equipo de lucha contra el terrorismo, liderado por el FBI (policía de investigaciones federal), que realizó una operación con agentes encubiertos.
El detenido creía que los agentes le estaban ayudando a montar una bomba que, aunque nunca llegó a estar armada, quería detonar en el área de los restaurantes del popular centro comercial.
Las autoridades indicaron que el latino, que actuó en solitario, grabó vídeos a favor del EI previos a su intento de ataque, los cuales envió al informante.
En estos vídeos se ve a Solano con el rostro cubierto con una máscara negra junto a una bandera del citado grupo terrorista, según una denuncia criminal publicada el lunes.
En una de estas grabaciones, el detenido dice en español que el EI es "fuerte" y le gusta como este grupo se enfrenta a Estados Unidos y sus países aliados y la idea de la "guerra sagrada".
El arresto de Solano se suma a las recientes de otros residentes del sur de Florida, quienes pretendían perpetrar ataques de naturaleza terrorista.
Harlem Suárez, de Cayo Hueso, en los Cayos de Florida, fue sentenciado a cadena perpetua por pretender detonar una bomba en una playa pública, mientras que James Medina, que el pasado agosto se declaró culpable de intentar atacar con un explosivo una sinagoga en Aventura, al norte de Miami, enfrenta la posibilidad de una pena de 25 años de cárcel.
Solano menciona en uno de sus vídeos el caso de Suárez, así como los atentados durante la maratón de Boston en 2015.