Austin (EE.UU.), 10 oct (EFE).- La muerte de un policía de un disparo por parte de un alumno en la Universidad Tecnológica de Texas (EE.UU.) este lunes reabrió el debate sobre una ley estatal que permite a los estudiantes de las universidades y colegios universitarios públicos del estado llevar armas a clase.
La norma, aprobada por la Legislatura texana en 2015 y que entró en efecto en agosto de 2016, habilita a quienes tengan un permiso para portar armas otorgado por el estado -una condición que excluye a los menores de 21 años- a llevarlas en la mayoría de las instalaciones universitarias.
Además de Texas, otros nueve estados (Arkansas, Colorado, Idaho, Kansas, Misisipi, Oregón, Tennessee, Utah y Wisconsin) tienen normas similares que permiten a los alumnos llevar armas a clase.
Los detractores de esta legislación defendieron hoy que la ley conocida como "campus carry" hace de los centros universitarios lugares "menos seguros" y con más riesgo de tiroteos.
Esta es la opinión de la profesora de relaciones públicas de la Universidad Tecnológica de Texas (TT) Lisa Low, quién aseguró al diario Everything Lubbock que la reacción de los alumnos ante una mala nota podría también desencadenar en un tiroteo por culpa de esta ley.
"No estoy en contra de las armas en general, pero llevar armas a las universidades es algo con lo que no estoy de acuerdo", apuntó Low.
Sin embargo, el alumno de la TT Hollis Daniels, culpable confeso del tiroteo de anoche, tiene 19 años, por lo que bajo la ley estatal no podía portar el arma al campus universitario legalmente.
Este es el principal argumento de los defensores de esta ley, que también permite desde agosto de 2017 a los estudiantes de los colegios comunitarios que ofertan titulaciones académicas de dos años de duración, a decidir si además de sus libros también llevan armas a clase.
Antes del disparo fatal que anoche costó la vida de un policía universitario, los oficiales llevaron al sospechoso a la comisaría para proceder con un interrogatorio por posesión de drogas y elementos para el consumo de narcóticos.
El estudiante sacó entonces un arma y le disparó en la cabeza al agente, que murió poco después.
Según reveló la orden de arresto hecha pública hoy, el joven reconoció su culpa la pasada madrugada y aseguró que fue un acto "totalmente ilógico".
Un portavoz de la universidad dijo a los medios locales que aún "no está claro" si Daniels tenía el arma con él cuando los policías le llevaron al interrogatorio o si se la quitó a uno de los oficiales.
A pesar de que por edad Daniels no estaba habilitado para estar en posesión de un arma en el campus, la controvertida ley volvió al centro del debate entre estudiantes, profesores, directivos universitarios y cuerpos de policía universitarios.
Varios representantes de la educación superior en el estado sureño, como el presidente de la Universidad de Texas (UT), Greg Fenves, contrario a esta ley, expresó sus condolencias a través de Twitter y envió fuerza a la comunidad de la Universidad Tecnológica de Texas.
La universidad, ubicada en el condado de Lubbock (noroeste de Texas) y que cuenta con 37.000 alumnos, rinde hoy homenaje al agente fallecido en una de las plazas del campus.
Este es el segundo tiroteo con víctimas durante este año en los centros educativos de Texas, después de que en mayo dos personas murieran en el colegio universitario público North Lake, en la ciudad de Irving (Texas), situada al noroeste de Dallas.