Washington, 5 oct (EFE).- El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, afirmó hoy que su país quiere enviar de nuevo astronautas a la Luna y poder sentar las bases para poder explorar Marte, aunque no dio ni detalles ni fechas para poner en práctica ese deseo.
"Volveremos a enviar astronautas estadounidenses a la Luna, no solo para dejar detrás huellas y banderas, sino para construir las bases que necesitamos para mandar estadounidenses a Marte y más allá", afirmó Pence ante el Consejo Nacional Espacial en Chantilly (Virginia).
El vicepresidente hizo ese comentario después de publicar hoy en el diario The Wall Street Journal un artículo de opinión que aborda la misma idea.
"Volveremos a enfocar el programa espacial de EE.UU. hacia la exploración humana y el descubrimiento. Eso significa lanzar astronautas más allá de las órbita de la Tierra por primera vez desde 1972", afirma Pence en el texto.
"Eso significa establecer una renovada presencia estadounidense en la Luna, un objetivo estratégico crucial. Y desde la base de la Luna, EE.UU. será la primera nación en llevar a la raza humana a Marte", concluye el vicepresidente en el artículo.
Pence preside el Consejo Nacional Espacial, un órgano de la Oficina Ejecutiva del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien pretende potenciar las ambiciones espaciales de su país.
El pasado mes, Trump nominó al congresista republicano Jim Bridenstine, un escéptico del cambio climático, como nuevo administrador de la Agencia Espacial estadounidense (NASA).
Bridenstine, de 42 años, es representante en la Cámara Baja por el Primer Distrito del estado de Oklahoma y su designación depende aún de la aprobación del Senado.
Como miembro del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara Baja, el congresista se ha centrado en revitalizar la NASA, con la presentación de un proyecto legislativo dirigido a ese fin que lleva por nombre "Ley del Renacimiento Espacial Estadounidense".
El legislador también es un gran partidario de la exploración de la Luna y ha advertido del "enorme" problema que supone la basura espacial orbital.
Asimismo, Bridenstine ha destacado por su defensa de las compañías comerciales para el espacio y ha declarado que el Gobierno de EE.UU. "entiende que en el futuro, e incluso hoy, será un cliente de servicios espaciales rutinarios, no un proveedor".