LAS VEGAS (AP) — Natalie Vanderstay vio como la gente moría mientras huía de una masacre en el Strip de Las Vegas con una herida sangrante en el estómago y otra abierta en una pierna.
Esta enfermera de Los Ángeles, de 43 años, contó que tuvo que pisar a otras personas para ponerse a salvo, algo que la perseguirá para siempre. “No estaba lista para morir”, dijo.
Vanderstay habló con reporteros el martes desde la cama de un hospital en el University Medical Center. Es una de las 500 personas que resultaron heridas en la balacera, la más letal en la historia moderna de Estados Unidos. Cincuenta y nueve personas perdieron la vida.
Encontró un taxi que ya tenía ocupantes dentro y les dijo que había recibido un disparo. Los extraños la metieron en el auto y el conductor la llevó rápidamente al único centro de trauma de nivel 1 del estado.
Cree que le salvaron la vida.
En contexto
Un proyecto para reducir las restricciones a la compra de silenciadores de pistolas quedó sin fecha en el calendario de votación del Congreso de EEUU luego de la matanza en la ciudad de Las Vegas (sudoeste), en la que 59 personas fallecieron y 527 resultaron heridas cuando un hombre abrió fuego contra la multitud.
El proyecto de ley conocido por sus siglas SHARE "nunca estuvo en calendario para ser votada esta semana", justificó en su cuenta de Twitter el representante republicano Jeff Duncan, quien introdujo la iniciativa.
El proyecto, patrocinado por la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), ya se había pospuesto a comienzos de este año, luego de que el representante republicano Steve Calise recibiera disparos cuando practicaba deportes en Washington.
En Las Vegas, "la gente escapó debido al sonido de los disparos. Imaginen las muertes si el francotirador hubiera tenido un silenciador, artefacto que la NRA quiere que sea más fácil conseguir", criticó la ex candidata presidencial del opositor Partido Demócrata, Hillary Clinton.