Washington, 5 sep (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy que resolverá "con corazón y compasión" la situación de los 800.000 jóvenes indocumentados que se beneficiaron del programa DACA, promulgado por su antecesor, Barack Obama, y cuya eliminación anunció su Gobierno.
"Como he dicho antes, resolveremos el tema de DACA con corazón y compasión, pero a través del proceso democrático legal, mientras al mismo tiempo nos aseguramos de que cualquier reforma migratoria que adoptamos ofrece beneficios duraderos para todos los ciudadanos estadounidenses", dijo Trump en un comunicado.
"Debemos tener corazón y compasión para los estadounidenses desempleados, que luchan y han sido olvidados", añadió el mandatario, en un claro guiño a la clase trabajadora.
Estas son las primeras declaraciones públicas de Trump sobre su decisión que acabar con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y dar al Congreso un plazo de seis meses para buscar una alternativa, momento en el que la suspensión se hará efectiva.
"El Congreso ahora tiene la oportunidad de avanzar en una reforma migratoria responsable que coloque los empleaos y la seguridad de los estadounidenses en primer lugar", subrayó Trump.
En ese sentido, Trump ha acusado a su antecesor de aprobar una iniciativa que "estimuló" la crisis humanitaria que sufrió Estados Unidos en el verano de 2014, cuando las autoridades del país se vieron sobrepasadas ante la llegada de miles de niños no acompañados procedentes, en su mayoría, de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Trump consideró que algunos de esos jóvenes "se convirtieron en miembros de pandillas violentas en todo el país", como la Mara Salvatrucha (MS-13), un grupo que ha convertido a El Salvador en uno de los países más violentos del mundo y contra la que el Gobierno de EE.UU. ha iniciado una ofensiva policial.
El mandatario aprovechó para defenderse de las críticas y dijo que "no está a favor de castigar a niños, que en su mayoría son ahora adultos", pero consideró que el pueblo estadounidense debe de reconocer que Estados Unidos es tierra de "oportunidades" porque también es una "nación de leyes".
Durante la campaña electoral de 2016, Trump prometió que acabaría con DACA, aunque posteriormente, ya desde la Casa Blanca, aseguró que encararía el tema "con corazón", las mismas palabras que usó hoy para defender su decisión.
Trump ha recibido una gran presión para acabar con DACA por parte de fiscales generales de nueve estados conservadores, encabezados por Texas y que amenazaron con interponer hoy mismo una demanda contra el Gobierno si no derogaba el programa.