Washington, 31 ago (EFE).- Alrededor de 100.000 viviendas han resultado dañadas en mayor o menor medida por el huracán Harvey a su paso por Texas y Luisiana, según indicó hoy la Casa Blanca, por lo que la Administración Trump solicitará al Congreso fondos de emergencia para responder a los estragos de la catástrofe.
El asesor de Seguridad Nacional y Antiterrorismo de la Casa Blanca, Thomas Bossert, indicó hoy en rueda de prensa que los fondos de emergencias con los que cuenta el Gobierno aún tienen liquidez, pero anunció que la Casa Blanca solicitará financiación adicional.
En el caso del huracán Sandy en 2012, que anegó las costas de Nueva Jersey y Nueva York aunque con menor impacto que Harvey en el Golfo de México, el Congreso aprobó 60.000 millones de dólares de ayuda adicional para la recuperación tras el ciclón.
Aunque Bossert no dio cifras concretas sobre la cantidad que solicitará el Gobierno de Donald Trump, el gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó que la cantidad requerida puede ascender a unos 100.000 millones de dólares.
Los expertos señalan que el Fondo de Alivio de Desastres Naturales de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, actualmente de 2.200 millones de dólares, se agotará con rapidez dada la magnitud de los daños.
Curiosamente, los dos senadores por Texas, los republicanos Ted Cruz y John Cornyn, que ahora han solicitado ayuda del gobierno federal, votaron en contra de una legislación similar para apoyar la respuesta al huracán Sandy.
Por otra parte, el asesor presidencial indicó que aquellos que "traten de aprovecharse de una víctima del desastre", en alusión a posibles saqueos derivados de las inundaciones sin precedentes en algunas zonas de Texas, deben esperar que caiga sobre ellos todo el peso de la ley.
Asimismo, instó a todos los afectados a que insistan en llamar a sus aseguradoras para obtener toda la ayuda posible a la hora de recuperar sus bienes.
Las tareas de rescate siguen hoy en numerosas localidades de Texas tras el paso del devastador ciclón, que ha causado ya más de 30 muertos y decenas de miles de desplazados, y ahora amenaza la zona fronteriza con la vecina Luisiana.
En Houston, la ciudad más afectada y donde afortunadamente no ha llovido en las últimas 24 horas, lo que ha permitido iniciar la recuperación, más de 32.000 personas se encuentran alojadas en refugios temporales mientras prosiguen las labores de búsqueda y rescate de damnificados.