HOUSTON (AP) — Mientras Houston se preparaba para más lluvia y rescates el lunes, las autoridades empezaron a liberar aún más agua de los embalses sobrecargados por Harvey, a pesar de que esa medida que pretende proteger el centro de la ciudad podría empeorar inundaciones ya devastadoras en torno a miles de hogares.
Harvey, que tomó tierra el viernes por la tarde como huracán de categoría 4 y se ha quedado sobre la región provocando aguaceros como tormenta tropical, provocó inundaciones devastadoras el domingo en la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos. El avance de las aguas hizo que miles de personas se refugiaran en sus tejados o en terrenos altos. Los abrumados rescatistas no lograban seguir el ritmo de las constantes peticiones de ayuda.
14 detenidos en protestas ultraderechistas en EE.UU.
Los residentes cerca de los embalses de Addicks y Barker, diseñados para evitar inundaciones en el centro de Houston, fueron alertados el domingo de que una liberación controlada de ambas presas causaría más inundaciones en las calles y podría afectar a las casas.
El creciente nivel del agua y las lluvias constantes ponían presión sobre los diques, lo que podría causar un colapso si no se liberaba agua, y las autoridades locales pidieron a los vecinos que preparasen sus autos el domingo por la noche y esperasen a que amaneciera el lunes para marcharse.
“La idea es prepararse… empacar lo que necesiten y ponerlo en su vehículo, y cuando salga el sol, salgan”, dijo Jeff Lindner, meteorólogo del Control de Inundaciones del Distrito para el condado de Harris. “Y no tienen que irse lejos, sólo tienen que salir de esta zona”.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército comenzó las liberaciones el lunes por la mañana, antes de lo previsto, ante un aumento drástico del nivel de agua en unas pocas horas, indicó un portavoz del cuerpo. Los planes se adelantaron para evitar inundaciones en más hogares por el agua de los embalses, explicó el vocero Jay Townsend. Los niveles del agua subían a un ritmo de más de 15 centímetros (seis pulgadas) por hora en ambos depósitos, añadió.
Mientras tanto, las autoridades en el condado de Fort Bend, en los suburbios suroccidentales de Houston, ordenaron el domingo por la noche una evacuación general en los distritos cercanos a los diques del río Brazos. Las autoridades del condado se preparaban para una situación de desbordamiento grave en el río para el domingo por la noche.
El Servicio Nacional de Meteorología estimó que el agua podría alcanzar unos 18 metros (59 pies), un metro (tres pies) por encima del récord de 2016, según explicó en una conferencia de prensa el juez del condado Robert Herbert, señalando que era un nivel no visto en 800 años. Esa cantidad de agua sobrepasaría los diques y podría hacer que colapsaran, advirtió el juez.
El domingo, la lluvia incesante cubrió buena parte de Houston de un agua turbia y gris verdosa y convirtió las calles en ríos practicables sólo con embarcaciones. En una operación de rescate que recordaba a los días posteriores al huracán Katrina, los helicópteros aterrizaban junto a autopistas inundadas, los botes hinchables recorrían barrios anegados y vehículos preparados para terreno inundado recorrían intersecciones encharcadas. Algunas personas se arreglaron con canoas o piraguas o nadaron.
Equipos de voluntarios se sumaron al personal de emergencias para sacar a gente de su casa o de áreas inundadas, tantas que las autoridades tenían problemas para identificar las zonas más afectadas. Instaron a la gente a salir a los tejados de sus casas para no quedarse atrapada en los áticos, y a ondear sábanas o toallas para llamar la atención sobre su ubicación.
A juzgar por las declaraciones federales de desastre, la tormenta había afectado por el momento a aproximadamente un cuarto de la población de Texas, o 6,8 millones de personas en 18 condados. Al menos dos muertes se atribuyeron a Harvey.
“La amplitud e intensidad de estas precipitaciones va más allá de nada experimentado antes”, indicó en un comunicado el Servicio Meteorológico Nacional.
Los rescatistas tuvieron que darle prioridad a las situaciones que fueran de vida o muerte, dejando a familias afectadas a su suerte. El principal centro de convenciones de la ciudad fue rápidamente abierto como refugio.
No estaba claro cuánta gente había sido rescatada. Hasta 1.200 personas tuvieron que ser auxiliadas solo en el condado de Galveston, señaló Mark Henry, juez del condado, el puesto administrativo de mayor jerarquía en la región.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, dijo que las autoridades habían recibido más de 2.000 llamadas pidiendo ayuda, y la cifra iba en aumento. Instó a los conductores a mantenerse fuera de las carreteras para evitar aumentar el número de personas varadas.
El deterioro de la situación planteaba preguntas sobre las recomendaciones contradictorias que habían ofrecido el gobernador y las autoridades de Houston antes del huracán. El gobernador, Greg Abbott, instó a la gente a alejarse de la ruta de Harvey, pero el alcalde de la ciudad no emitió órdenes de evacuación y dijo a todo el mundo que se quedara en casa.
La Casa Blanca, por su parte, anunció que el presidente, Donald Trump, visitaría Texas el martes. El domingo se reunió por teleconferencia con las autoridades locales para tratar el apoyo federal a las labores de gestión y recuperación del desastre.