El joven de 22 años, identificado como David Brown, que murió asfixiado por una anaconda, ya había sufrido las consecuencias de la zoofilia, según medios locales de Florida, donde el caso ha generado controversia.
Brown murió tras ser atacado por la serpiente, luego de penetrarla.
Por increíble que parezca, los gustos del joven eran conocidos por su familia y amigos, incluso relataron que el letal incidente no fue el primero que puso en riesgo su vida.
Brown también había intentado tener intimidad con una rata del desierto, también conocida como un jerbo doméstico.
Dicho animal perforó accidentalmente su ano y masticó su vía intestinal, lo cual provocó que el hombre fuera trasladado de urgencia.
Esto sucedió en julio anterior, es decir, hace un mes del accidente con la anaconda que acabó con su vida.
Los parientes del joven relataron que este también poseía perros, gatos, tarántulas, serpientes, escorpiones, tortugas y un cerdo bebé, con los que seguramente mantenía relaciones sexuales.
“Yo sabía que le gustaba la bestialidad y la asfixia erótica, pero nunca pensé que iba a salir tan mal”, indicó un amigo.
“Siempre me dijo que no hacía daño a nadie y que los animales amaban tanto el sexo como a los humanos, que era algo consensual. ¿Quién soy yo para juzgar? “, agregó.
En las redes sociales de ese estado estadounidense, el hecho ha sido criticado por decenas de personas, quienes consideran el hecho como un abuso a los animales. Otros aseguran que, como parte de las nuevas corrientes de la sociedad, poco a poco, llegará a ser aceptado por muchos.
En contexto
En Marruecos 15 niños y adolescentes contrajeron rabia por practicar sexo con una burra contagiada por la enfermedad, informó hoy el sitio web LeSiteInfo.
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