Washington, 2 ago (EFE).- Líderes religiosos de varias confesiones se han unido para pedir al presidente de EE.UU., Donald Trump, mantener el programa DACA que protege de la deportación a los "dreamers", jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país.
Más de 1.600 líderes religiosos enviaron hoy una carta a Trump con esta demanda a través de su vía de comunicación favorita, el Twitter, y alrededor de 50 personas llevaron el mensaje a las puertas de la Casa Blanca en un acto de protesta.
Con carteles de "Defiende DACA" y al grito de "aquí para quedarnos", reverendos, rabinos, activistas de distintas creencias y jóvenes "soñadores" beneficiarios del programa condenaron la política migratoria del presidente y le imploraron "compasión".
"Mantenga DACA para proteger a quienes llaman a este país su casa. Use su poder para hacer lo correcto, no solo como presidente, sino sobre todo como abuelo de tres niños judíos", dijo la rabina Esther Lederman.
"Estos jóvenes huyen de la violencia, las pandillas, la pobreza, o simplemente buscan mejores oportunidades", destacó.
Mientras sus discursos en defensa de un EE.UU. abierto se escuchaban en la Avenida Pensilvania, dentro de la Casa Blanca Trump anunciaba su respaldo a un proyecto de ley que busca reducir a la mitad la inmigración legal al país a lo largo de la próxima década.
El programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), una medida ejecutiva firmada el 15 de junio de 2012 por el entonces presidente demócrata Barack Obama, se ha salvado hasta ahora de las medidas migratorias de Trump.
El presidente ha dicho repetidamente que quiere "usar su corazón" a la hora de abordar DACA y ha asegurado que es uno de los temas más difíciles a los que se enfrenta, pero no ha tomado una decisión al respecto.
Sin embargo, el fiscal general, Jeff Sessions, aseguró hace unos meses que no se podía "prometer a aquellos que están de forma ilegal en el país que no vayan a ser deportados", lo que elevó la preocupación y arrojó dudas sobre el futuro de los "soñadores".
Preguntado hoy por el futuro de DACA, el asesor presidencial Stephen Miller se limitó a decir que hoy no habría un anuncio y que hay una revisión en marcha.
"Cualquier cosa que hagamos dará prioridad a los ciudadanos y trabajadores estadounidenses", indicó, sin precisar al respecto.
Claudia Quiñonez tiene 22 años, llegó a EE.UU. desde Bolivia cuando tenía 11 con la única compañía de su madre y vivió con temor el último proceso de renovación de su DACA.
"Hice mi solicitud con la antelación requerida y no me la renovaron hasta dos meses después de que expiró, no manejé durante ese tiempo, tenía miedo y siento que es algo que podría pasar nuevamente", relató a Efe la joven tras participar en la protesta.
Claudia es solo una de un total de 780.000 jóvenes inmigrantes de DACA que llegaron a EE.UU. de niños con sus familiares y que, en muchos casos, como el suyo, apenas recuerdan otro país que no sea este.