Miami, 31 jul (EFE).- La tormenta Emily se debilitó a depresión tropical a su paso hoy por el centro de Florida, aunque dejó fuertes lluvias, apagones, el cierre de atracciones como Legoland y la declaración de emergencia por parte del gobernador Rick Scott.
Pese a su debilitamiento, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. prevé que Emily seguirá ocasionando fuertes lluvias en el sureste de la península floridana, además de tormentas aisladas.
Emily, la sexta tormenta tropical de este año en la cuenca atlántica, se encuentra a unos 45 kilómetros al noroeste de Sebring y a unos 115 kilómetros al suroeste de Melboune, indicó hoy el NHC en su boletín de las 21.00 GMT.
Presenta vientos máximos sostenidos de 55 km/h y se desplaza hacia el este-noreste con una velocidad de traslación de 17 km/h.
En su paso por el centro y sur de Florida provocó apagones en por lo menos 18.000 hogares, según el gobernador Scott, entre ellos más de 13.000 clientes de la Florida Power & Light (FPL) en el condado Manatee, en la costa oeste de Florida.
Sin embargo, la FPL aseguró que más del 99 % de los clientes del estado no se han visto afectados por el fenómeno tropical, que hoy tocó tierra en la costa central del oeste de Florida.
Por otro lado, la Guardia Costera informó del rescate de dos hermanos en la Bahía de Tampa que estaban agarrados de la base de un faro durante el paso de Emily.
Los hermanos Tung Le, de 47 años, y Thanh Le, de 41 declararon que el motor del bote se dañó y se empezó a hundir, pero que lograron aferrarse una torre y pedir ayuda.
Entre tanto, el parque de atracciones Legoland, situado en Winter Haven (centro de Florida), fue cerrado hoy debido a la inclemencia del clima, informó la compañía.
Emily se formó hoy en el Golfo de México y tocó tierra en una barrera de islas situada al oeste de la ciudad de Bradenton, en la costa oeste de la península floridana.
Según un probable patrón de trayectoria, el centro de Emily "se moverá por la zona del oeste y centro de Florida esta tarde y noche", para emerger en aguas del Atlántico el martes por la mañana.
El gobernador Scott declaró el "estado de emergencia" en 31 condados de la península ante la llegada de Emily.
La primera tormenta tropical de 2017 fue Arlene, que se formó en abril pasado en mitad del Atlántico, más de un mes antes del comienzo de la temporada, a la que siguieron Bret y Cindy, luego una "tormenta sin nombre", Don y ahora Emily, dijo a Efe un meteorólogo del NHC.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos anunció el 25 de mayo pasado que se prevé una temporada de huracanes en el Atlántico con registros "por encima" de lo normal, con la formación de 11 a 17 tormentas tropicales, de las cuales entre 5 y 9 se convertirán en huracanes y entre 2 y 4 serán de categoría mayor.