Miami (EE.UU.), 15 jul (EFE).- Un centenar de tortugas boba nacieron por primera vez en treinta años en Higgs Beach, en los Cayos de Florida, una playa con mucho coral y poca profundidad para enterrar los huevos, informaron hoy medio locales.
Las autoridades ambientales detectaron el nido en mayo pasado en una cancha de voleibol en Cayo Hueso (Florida), la cual cerraron temporalmente hasta el nacimiento esta semana de 104 crías de esta especie de tortuga marítima "en peligro".
La recién nacidas se juntaron y emprendieron su camino al mar en grupo, siguiendo la luz ambiente y una bolsa de plástico negro que a manera de pista fue puesta por las autoridades ambientales del condado Monroe, en el extremo sur de Florida, detalló el diario FLKeys.
Sólo dos de los huevos no eclosionaron y solo una de las recién nacidas tortugas tuvo que ser ayudada para llegar al mar.
La tortuga boba (Caretta caretta), una especie clasificada "en peligro" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en inglés), mide entre 2,4 y 3,5 pies (74-107,5 centímetros) y puede pesar entre 70,2-186,8 kilogramos.
La caretta caretta habita en el océano Atlántico, Pacífico e Índico, así como el Mediterráneo. Pasa la mayor parte de su vida en hábitats marinos y estuarinos, y la hembra solo sube brevemente a la playa para desovar.
Tiene una baja tasa de reproducción; las hembras tienen un promedio de cuatro puestas de huevos y luego pasan por un periodo de quiescencia en el cual no ponen huevos durante dos o tres años. Llega a la madurez sexual entre 17-33 años y tiene una longevidad de 47-67 años.
Las tortugas adultas miden en promedio unos 90 cm de largo y tienen un peso promedio de 135 kg, aunque también se registraron ejemplares más grandes con una longitud de hasta 213 cm y un peso de hasta 545 kg. El color de la piel varía desde amarillo a marrón, y el caparazón es típicamente marrón-rojizo.
La diferencia más obvia entre machos y hembras adultos es que los machos tienen colas más gruesas y plastrones más cortas que las hembras. No hay dimorfismo sexual entre hembras y machos juveniles.