Washington, 4 jul (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está pasando su primer Día de la Independencia, su primer 4 de julio como mandatario, en su club de golf del estado Virginia, próximo a Washington, siendo este su trigésimo sexto día en un campo de golf como presidente.
Es también su 50ª visita a un lugar de su propiedad en apenas 165 días de mandato, tras haber hecho de sus fines de semana en sus instalaciones hoteleras de Mar-a-Lago (Florida) y los clubes de golf de Virginia y Nueva Jersey, todo un clásico.
Algunos demócratas han elevado sus preocupaciones por el uso de estas instalaciones por parte del presidente para asuntos de Estado, como la visita del presidente chino, Xi Jinping, a quien recibió en su resort de Florida.
Cuando acabe con su jornada de golf, Trump tiene previsto asistir más tarde al tradicional picnic con familias militares y el personal de la Casa Blanca celebrado en la mansión presidencial, manteniendo una tradición que se ha llevado a cabo por décadas.
El multimillonario y la primera dama, Melania Trump, acudirán al picnic y luego se dirigirán al ala sur de la Casa Blanca para ver los fuegos artificiales tradicionales de esta fecha desde el Balcón Truman.
Día de la Independencia trae una nueva realidad para los migrantes en EEUU
Más de 15.000 extranjeros se convertirán en ciudadanos de EE.UU. este martes en el Día de la Independencia, una jornada que llama a la reflexión sobre el aporte de los inmigrantes a la nación en momentos en los que el discurso antiinmigrante del Gobierno de Donald Trump es cada vez es más duro.
Desde el primer 4 de Julio, Estados Unidos se ha convertido en el hogar de millones deinmigrantes que llegaron al país en busca del "derecho inalienable a la vida, la libertad y la felicidad" que establecieron los fundadores de la nación en la Declaración de Independencia.
En esa proclama, los firmantes acusaban a Gran Bretaña de obstaculizar las "leyes de naturalización de extranjeros y negándose a aprobar otras que alienten las migraciones en el futuro".
En la actualidad, el Congreso firma leyes para evitar la llegada de inmigrantes al país y desde la Casa Blanca se eleva el tono en su discurso contra los indocumentados y se planea construir un muro en la frontera con México.