Washington, 23 jun (EFE).- La Casa Blanca criticó hoy unos comentarios del actor Johnny Depp en los que se preguntó por la última vez que un intérprete asesinó a un presidente de Estados Unidos y pidió a Hollywood condenar ese tipo de retórica.
"El presidente (Donald) Trump ha condenado la violencia en todas sus formas y es triste que otros como Johnny Depp no hayan seguido su ejemplo", comentó un portavoz de la Casa Blanca no identificado en un comunicado.
"Espero que algunos de los colegas del señor Depp condenen fuertemente este tipo de retórica como lo harían si sus comentarios fueran dirigidos contra un funcionario demócrata elegido", agregó el portavoz.
Depp hizo sus polémicos comentarios el jueves por la noche en el festival de música de Glastonbury, en el este de Inglaterra.
Según informan los medios británicos, Depp preguntó a la audiencia al presentar su filme "The Libertine": "¿Pueden traer a Trump aquí?", lo que provocó los gritos de los asistentes a esta cita anual en Somerset (oeste inglés).
"Entienden totalmente mal. ¿Cuándo fue la última vez que un actor asesinó a un presidente? Quiero aclarar: no soy un actor. Miento para vivir. Sin embargo, ha pasado un tiempo y quizá es el momento", sostuvo el actor.
A continuación, él mismo reconoció que sus comentarios podían causar controversia: "Por cierto, esto va a aparecer en la prensa y será horrible. Se trata solo de una pregunta, no estoy insinuando nada", dijo Depp.
En otro comunicado, el Servicio Secreto, que se encarga de la protección del presidente estadounidense y su familia, afirmó estar al tanto de los comentarios del intérprete.
"Por razones de seguridad operacional, no comentamos específicamente o en términos generales los medios y métodos con los que llevamos a cabo nuestras responsabilidades de protección", detalló el Servicio Secreto.
En enero pasado, la cantante Madonna dijo en Washington que pensaba mucho sobre hace estallar la Casa Blanca y el rapero Snoop Dogg también causó polémica por un vídeo musical en el que aparece apuntando con una pistola de juguete a Trump, representado por un actor maquillado como un payaso.
Más recientemente, la humorista estadounidense Kathy Griffin provocó indignación por una fotografía en la que aparece sujetando una cabeza falsa de Trump, simulando una decapitación, y el propio mandatario denunció que la también actriz debería "estar avergonzada" de haber hecho algo así.