Washington, 19 jun (EFE).- El Gobierno estadounidense lamentó hoy los "violentos y censurables" ataques registrados en Londres y París, y aseguró que seguirá cooperando con sus aliados europeos contra "todas las formas de terrorismo".
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por su sigla en inglés) aseguró que "sigue de cerca" los acontecimientos relacionados con el ataque cerca de una mezquita que hoy dejó un muerto y diez heridos en Londres, y la colisión registrada en la avenida de los Campos Elíseos de París, que no causó heridos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido informado del ataque en Londres, según dijo a los periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
La Casa Blanca envía sus "pensamientos y oraciones" a las víctimas del atentado de Londres, afirmó Spicer, mientras que el DHS hizo la misma declaración en referencia a los dos ataques, que calificó de "violentos y censurables".
"El Departamento de Seguridad Nacional está al lado de nuestros aliados europeos en el combate a todas las formas de terrorismo, y seguiremos trabajando juntos para mantener seguras a nuestras comunidades ante los extremistas violentos que ataquen a cualquiera de nuestros ciudadanos", subrayó el DHS.
El Reino Unido sufrió la pasada medianoche su cuarto atentado terrorista en apenas cuatro meses, en el que una persona murió y diez resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en un atropello junto a una mezquita de Londres al término de los rezos del mes sagrado del Ramadán.
La policía detuvo a un hombre blanco, corpulento y de 48 años, que conducía el vehículo y actuó solo, y que fue retenido por las personas que estaban a las afueras de la mezquita.
El alcalde de Londres, el musulmán Sadiq Khan, calificó lo ocurrido como un ataque a los "valores compartidos de tolerancia, libertad y respeto", y confirmó que se reforzará, con más policías, la seguridad en las mezquitas londinenses.
Mientras, en París, un hombre que hizo hoy colisionar su vehículo contra un furgón policial en la avenida de los Campos Elíseos de París, sin dejar heridos.
El hombre, que llevaba una bombona de gas, un fusil automático Kalashnikov y armas blancas, tuvo que ser sacado del vehículo en llamas por los gendarmes después de que este explotara, y falleció, según anunció el ministro de Interior de Francia, Gerard Collomb.