Washington, 9 jun (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, felicitó hoy a los congresistas republicanos responsables de dar el primer paso legislativo para deshacer las reformas financieras impulsadas por el exmandatario Barack Obama para evitar una crisis como la desatada en 2008.
Trump felicitó en su cuenta de Twitter al congresista republicano Jeb Hensarling, defensor a ultranza del libre mercado y promotor de la propuesta, y a la bancada del partido por "el exitoso voto de la Cámara para derogar las principales partes de la ley Dodd-Frank de 2010 ¡CRECIMIENTO!".
El conjunto de reformas conocido como Dodd-Frank fue aprobado por los demócratas en el Congreso en 2010, a iniciativa del entonces presidente, Barack Obama, para evitar una nueva crisis financiera por abusos en los mercados de crédito como la que se desató en 2008.
La propuesta de ley, conocida como Ley de Opción Financiera, impulsada por Hensarling, quien se resistió en 2008 al rescate público de la banca, fue aprobada por la Cámara baja este jueves con 233 votos a favor (todos republicanos), 186 en contra y 11 abstenciones.
No obstante, el proyecto de ley, que acabaría con las principales salvaguardas ante práctica abusivas que llevaron al crack de 2008, desatado tras la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, tiene pocas posibilidades de ser aprobado en su formato actual en el Senado.
Pese a estar dominado el Congreso por los republicanos, una parte importante de los conservadores recelan de la eliminación drástica de controles considerados por los más importantes economistas del país como unas regulaciones necesarias para evitar una crisis financiera como la ocurrida a finales de 2008, la mayor en 80 años.
La Ley Dodd-Frank reforzó las exigencias de capital de respaldo a los bancos, los obligaba a llevar a cabo test de resistencia anuales para mostrar su fortaleza y prohibía a las instituciones financieras dedicarse a actividades de alto riesgo con el dinero de sus clientes.
La nueva propuesta neutralizaría esos requisitos y también acabaría con la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, una agencia creada para defender los derechos de las personas ante los abusos de las entidades financieras.