NUEVA ORLEANS (AP) — La estatua de Jefferson Davis, el presidente de los estados esclavistas del sur durante la Guerra Civil estadounidense, fue desmontada el jueves en Nueva Orleans. Es el segundo de cuatro monumentos a la Confederación en ser desmontado, en un proceso contencioso que ha provocado protestas.
Cuando se levantaba la estatua de su pedestal en el centro de una de las arterias principales de la ciudad, se escucharon aplausos de decenas de personas que promovían el retiro. Luego se la colocó en uno de varios camiones estacionados en torno al pedestal, fuera de la vista de la prensa.
El retiro de la estatua _una imagen de Davis superior al tamaño natural sobre un pedestal de granito de 5 metros de altura_ se realizó luego de protestas tanto de adversarios como partidarios de los monumentos. Las autoridades municipales se negaron a revelar la fecha debido a las amenazas de violencia contra los contratistas y trabajadores que realizan el trabajo. El monumento fue develado en 1911.
Decenas de manifestantes de ambos bandos pasaron la noche en vela para observar los trabajos, realizados en la madrugada. Los bandos se atacaron verbalmente desde distintos lados de una barrera metálica instalada por la policía. Medio centenar de agentes rodearon el monumento y vigilaron a los manifestantes.
Los trabajadores llevaban chalecos antibalas, cascos y bufandas para ocultar el rostro, reflejo de las tensiones que rodearon el retiro del monumento.
El alcalde demócrata de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, quien exhortó al concejo a retirar los monumentos en 2015, elogió los trabajos en un comunicado.
“Estos monumentos no han pretendido educarnos sobre nuestra historia de esclavitud y segregación sino rendirle homenaje. Yo creo que debemos recordar toda nuestra historia, pero no venerarla. Colocar a la Confederación sobre un pedestal en algunos de nuestros lugares públicos más destacados no solo es un reflejo tergiversado de nuestro pasado sino una afrenta a nuestro presente y una mala receta para nuestro futuro. No temamos confrontar y reconciliar nuestro pasado”.
A fines del mes pasado se desmontó la primera estructura, un obelisco de granito de 10 metros conocido como el monumento de Plaza Libertad, un homenaje a los blancos que combatieron el gobierno birracial instaurado durante la Reconstrucción, el período que siguió a la Guerra Civil.
Restan desmontar una estatua ecuestre de bronce del general confederado P.G.T Beauregard, sobre un pedestal de piedra en la entrada al parque más grande de la ciudad, y una del general Robert E. Lee, el comandante del ejército confederado. Esta última, develada en 1884, se encuentra sobre una columna de casi 20 metros en el centro de una glorieta en medio de la histórica avenida St. Charles.