Washington, 17 abr (EFE).- Un grupo de científicos ha relacionado el aumento de metano en la atmósfera, uno de los gases que provocan el efecto invernadero, con una reacción del radical llamado hidroxilo, un químico que actúa como un potente agente oxidante.
En un artículo publicado hoy en la revista "Proceedings" de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, más conocida por sus siglas "PNAS", el equipo internacional de científicos atribuye las fluctuaciones de la cantidad de metano en la atmósfera al incremento y caída en la concentración del radical hidroxilo, una sustancia que destruye ese gas.
Hasta ahora, los científicos habían explorado otras posibles causas, como el aumento en la extracción de petróleo y gas natural, el incremento de las emisiones de los humedales tropicales o al incremento de la producción de alimentos mundial.
"Una explicación clara de los cambios en el metano que hemos visto puede ser la variación en la concentración del radical hidroxilo", aseguró el autor principal del estudio, Matt Rigby, de la Escuela de Química de la Universidad de Bristol (Reino Unido).
Rigby agregó que ello significaría que las emisiones de metano a la atmósfera no han aumentado repentinamente en los últimos diez años, sino que el incremento ha sido gradual desde hace más tiempo.
Los hallazgos del equipo se realizaron estudiando la velocidad a la que se eliminó de la atmósfera el disolvente metilcloroformo, un componente que fue prohibido en todo el mundo por la destrucción que causaba al ozono y que, al igual que el metano, también es destruido por el hidroxilo.
Ron Prinn, coautor del estudio y director del Experimento Global de Gases Atmosféricos Globales (AGAGE), un proyecto internacional que mide las concentraciones de gases de efecto invernadero, recordó que debido a sus daños al ozono conocen bien el metilcloroformo.
"Hemos estado monitoreando las tendencias del metilcloroformo casi 40 años debido a su papel en la reducción de la capa de ozono en la estratosfera (…). Hemos visto que su concentración cae muy rápidamente", agregó.
"Para mí, uno de los hallazgos principales es que nuestro análisis objetivo de dos conjuntos de observaciones nos cuenta esencialmente la misma historia, incluso cuando se hace cada vez más difícil medir el metilcloroformo dado que su concentración se acerca a cero", dijo por su lado Steve Montzka, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA).
El equipo sigue monitoreando el metano en la atmósfera para despejar muchas dudas que le ha dejado el estudio y para ver si su actual tasa de aumento continúa.