CHARLOTTE, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Tormentas fuertes castigaban el jueves con ventiscas y aguaceros torrenciales a ambas Carolinas, donde las autoridades advertían sobre la posibilidad de tornados. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta de tornados para gran parte de Carolina del Norte y los 100 condados del estado estaban de alguna manera u otra bajo estado de precaución.
Las alertas sobre tormentas graves e inundaciones costeras se eliminaron para Carolina del Sur, ya que el sistema se trasladaba hacia el norte, pero seguían las advertencias de fuertes vientos e inundaciones locales.
Las autoridades exhortaron a la población a mantenerse atenta a sus radios y teléfonos celulares el jueves, cuando se vaticinaba lo peor de la tormenta. Los dispositivos, dijo el servicio meteorológico, serán necesarios para despertar a la gente y advertirles sobre aguaceros y tornados durante la noche y al amanecer.
Las escuelas de la zona anunciaron que el inicio de clases será un poco más tarde a fin de permitir que pase la tormenta primero, antes de que los alumnos salgan de sus casas.
Un sistema inicial de tormentas engendró un tornado grande y otros más pequeños que derribaron árboles y cables de electricidad en Georgia, mientras densas lluvias empapaban a Alabama y Carolina del Sur.
Es la segunda ola de tiempo inclemente que golpea al sur de Estados Unidos en menos de una semana, aunque hasta ahora no se han reportados muertos ni heridos. El domingo y lunes las tormentas mataron a cinco personas, entre ellas una mujer en Mississippi que llamó desesperada al servicio de emergencias cuando su vehículo cayó en un arroyo crecido.
Un tornado dañó a más de 10 edificios en Johnston, Carolina del Sur. Los cuerpos de rescate no pudieron llegar de inmediato a unos cultivos de durazno cercanos, pero las autoridades dijeron que las bajas temperaturas ya habían estropeado la cosecha.
El alcalde de Johnston, Terrence Cullbreath, dijo que un depósito de armas local fue convertido en albergue para los desplazados.
Miles de viviendas quedaron sin electricidad y muchas calles estaban obstruidas por árboles derribados.
"Necesitamos restablecer la electricidad", dijo Cullbreath por teléfono, "pero ahora vienen más tormentas y las cuadrillas no pueden salir a trabajar en medio del mal tiempo".