Cuatro hombres con chaquetas con la insignia de la agencia migratoria estadounidense, ICE, rodean a un hispano y le piden documentos, o en su defecto, todo su dinero. No lo entregue, ¡es una estafa!, advierte Nueva York a sus cientos de miles de inmigrantes.
Esto fue lo que le sucedió el lunes a uno de los 11 millones de inmigrantes sin papeles del país, un trabajador latino indocumentado de Woodside, Queens, que solo habla español.
Rodeado por hombres agresivos disfrazados de agentes, se asustó, pensó que lo arrestarían y lo deportarían, y les entregó su paga de varios días, 250 dólares, contó a la AFP Arielle Swernoff, portavoz del concejal demócrata Jimmy Van Bramer.
El concejal fue contactado por la esposa de la víctima, que es bilingüe y no quiere hablar con la prensa o ni siquiera decir públicamente de qué país latinoamericano provienen ambos porque tiene miedo.
Muchos casos más de fraude contra inmigrantes fueron registrados en la diversa Nueva York tras los arrestos altamente publicitados de 680 inmigrantes indocumentados la semana pasada por parte de ICE en todo el país, 41 de ellos en Nueva York.
Al punto que el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, emitió esta semana una "alerta urgente de fraude".
"Es inadmisible que artistas del fraude abusen del creciente miedo en nuestras comunidades de inmigrantes y pretendan ser agentes migratorios y exijan a las familias que paguen para evitar una deportación", dijo Schneiderman.
El fiscal dijo que ha recibido varias denuncias de llamadas telefónicas o personas detenidas en las calles de Nueva York por "falsos agentes migratorios", y urgió a los inmigrantes a contactar su oficina si sospechan de fraudes, inclusive si no están legalmente en el país.
Aterrorizados
"Luego de las detenciones de la semana pasada del ICE, es lamentable que haya estafadores que aprovechen la ansiedad de las comunidades de inmigrantes", dijo el concejal Van Bramer, que participó el lunes en una protesta junto a asociaciones de defensa de inmigrantes para denunciar este tipo de fraudes.
Un decreto firmado por el presidente republicano Donald Trump el 25 de enero amplía el abanico de los indocumentados que ICE puede arrestar y deportar: ahora pueden ser personas acusadas de crímenes pero no condenadas, personas sospechosas de actividad criminal pero no acusadas, y personas acusadas de delitos menores, como posesión de marihuana o el robo de un artículo en una tienda.
Muchos restaurantes y otros comercios del país cerraron sus puertas este jueves o limitaron al mínimo su funcionamiento al acatar el llamado de "Un día sin inmigrantes", una protesta contra la política migratoria de Trump, que prohibió asimismo la entrada a Estados Unidos de refugiados y de ciudadanos de siete países musulmanes (actualmente en suspensión).
La cifra de inmigrantes arrestados la semana pasada por el ICE, no obstante, no parece ser mayor a la de una semana usual durante el gobierno de Barack Obama, el presidente estadounidense que deportó más inmigrantes en la historia del país.
Pero con Trump, debido al énfasis durante la campaña electoral en su promesa de deportar a millones de inmigrantes, su retórica contra los mexicanos, a los que tildó de violadores y narcotraficantes, y su orden de construir un muro en la frontera con México, el miedo ha crecido.
"El clima de miedo creado por las recientes detenciones del ICE desafortunadamente aumenta la vulnerabilidad de nuestra comunidad a estas estafas", dijo a la AFP Yasmine Farhang, abogada migratoria de la ONG Make the Road New York, que trabaja para educar a inmigrantes sobre sus derechos.
"Está aterrorizando a todo el mundo", dijo Rob Solano, otro activista que ha organizado talleres de "Conozca sus derechos" en varias iglesias de la ciudad, sobre todo en Brooklyn. "Hay miedo a ser arrestado a pesar de no haber hecho nada malo", explicó al portal de informaciones locales DNAInfo.com.
La policía de Nueva York también está pidiendo ayuda a las iglesias para asegurar a los inmigrantes que si denuncian un crimen o ayudan a las autoridades no serán arrestados por no tener papeles.
Nueva York, con un gobernador y un alcalde demócratas, se ha declarado como "ciudad santuario" para los inmigrantes, así como más de 200 ciudades del país. Esto significa que no colaborarán con los esfuerzos de ICE para deportar extranjeros indocumentados, aunque el gobierno Trump amenaza con cortarles voluminosos fondos federales.
Los indocumentados son muchas veces presa fácil de estafadores, sobre todo de abogados o notarios inescrupulosos o hasta falsos que prometen tramitarles la ciudadanía o permiso de trabajo a cambio de dinero.