El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, designó este jueves al cubano-estadounidense Alexander "Alex" Acosta para ser su secretario de Trabajo, el primer hispano de su gabinete.
Acosta, de 49 años, "tiene una carrera impresionante", dijo Trump en una conferencia de prensa, para añadir que "será un fantástico secretario de Trabajo".
Su nominación ocurre un día después de que el primer designado para ese cargo, el empresario Edward Puzder, se retirara del proceso al quedar evidente que el Senado rechazaría su confirmación.
El nuevo designado fiscal federal en el distrito del sur de Florida (sureste) y actualmente es el decano de la Universidad Internacional de Florida.
En el ámbito de la política, Acosta había sido nombrado integrante de la Oficina Nacional de Relaciones de Trabajo y posteriormente integró la división de los Derechos Civiles en el Departamento de Justicia durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009).
Graduado en Derecho en la Universidad de Harvard, Acosta actuó como auxiliar de Samuel Alito, juez de la Suprema Corte, y previamente se había desempeñado como abogado de empresas en Washington, donde se especializó en cuestiones laborales.
En 2011, participó como invitado en una audiencia en el Senado y realizó una enérgica defensa de la necesidad de defender los derechos civiles de los estadounidenses de fe musulmana.
Acosta es también integrante del Consejo de Administración del Century Bank, un banco con base en Florida y especializado en préstamos a la comunidad hispana.
Fue incluido dos veces entre los "50 hispanos más influyentes en Estados Unidos", de acuerdo de con la revista Hispanic Business.
Su designación deberá ser confirmada por el Senado.
Las resistencias a la nominación de Puzder -un empresario vinculado al negocio de las cadenas de comida rápida- eran de tal magnitud, que su confirmación en el Senado se había tornado virtualmente imposible.
Inclusive senadores alineados con el gobierno habían adelantado a la prensa que no pensaban votar por Puzder, quien decidió arrojar la toalla para evitar una humillación al gobierno.
De acuerdo con diversos legisladores, Puzder ni siquiera había logrado presentar informaciones por escrito que le habían sido solicitadas, y en los últimos días se tornó evidente que no tendría los votos necesarios para ser confirmado en el puesto.
El Senado confirmó la semana pasada a Betsy DeVos como nueva secretaria de Educación tras una feroz disputa en el plenario, que terminó con una votación empatada en 50 votos a 50.
Esta situación forzó la intervención del vicepresidente, Mike Pence, para emitir el voto de desempate, una situación que ya desgastó al equipo de Trump.