OROVILLE, California, EE.UU. (AP) — Las cuadrillas de obreros han logrado bajar el nivel de agua en una averiada represa en California tras trabajar sin parar para reparar el daño a la estructura.
El nivel del agua en la Presa Oroville disminuyó al menos ocho pies (2,4 metros y medio) durante la noche en el reservorio ubicado en el norte de California, que durante medio siglo ha sido central para la vida de ciudades aledañas.
El martes, las grúas levantaron enormes sacos llenos de piedras, y al menos dos helicópteros planeaban llevar cargamentos de piedras y luego tirarlas en la zona erosionada del vertedero. Camiones de carga llenos de rocas también estaban desmontando peñascos en el aliviadero dañado.
Los trabajadores corren contra reloj para reparar la barrera de la presa más alta del país, luego que las autoridades ordenaron la evacuación de casi 200.000 residentes de la zona porque les preocupaba que el vertedero podría ceder y dejar caer una fuerte corriente de agua.
Las evacuaciones siguen en vigor.
El departamento estatal de Recursos Hidráulicos espera reducir el nivel de agua en el lago a 860 pies (262 metros) para el jueves, cuando las tormentas traerán más lluvias, dijo el portavoz Chris Orrock. El nivel del agua era de 884 (269 metros) el martes por la mañana.
El lago, que por cinco décadas ha sido escenario de festivales de salmón y fuegos artificiales, ahora podría convertirse en un desastre.
"Nunca en nuestra vida pensamos que podría ocurrir algo así", dijo Brannan Ramírez, que vive desde hace unos cinco años en Oroville, una localidad de alrededor de 16.000 habitantes.
La población se encuentra cerca de la base de la presa, la más alta del país con 235 metros (770 pies) de altura. Fue fundada durante la Fiebre del Oro a los pies de la Sierra Nevada y está ubicada a unos 112 kilómetros (70 millas) al noreste de Sacramento. Casas e iglesias se alzan en calles arboladas cerca del río Feather. Viejas casas victorianas yacen al lado de viviendas más pequeñas.
"Todo el mundo sabe que hay que ir allí el 4 de Julio", dijo sobre el lago una de las evacuadas, Crystal Roberts-Lynch, que tiene tres hijos y lleva 10 años viviendo en Oroville. Estaba alojada en un centro de evacuación de la Cruz Roja en Chico.
Ramírez dijo que había sido "extremadamente frustrante" enterarse el lunes por las noticias que ecologistas y funcionarios del gobierno se habían quejado hace una docena de años por el posible peligro de la presa.
Esas advertencias describían exactamente la misma situación que amenazaba con presentarse, aunque reguladores estatales y federales restaron importancia a esos temores y expresaron su confianza en que la presa y sus aliviaderos podían soportar fuertes tormentas.
El responsable en funciones del Departamento de Recursos Hidráulicos dijo desconocer el reporte de 2005 que recomendaba reforzar con concreto el aliviadero de arcilla que ahora se está erosionado.