Michael Flynn, el asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, renunció a su cargo debido a la creciente controversia sobre sus contactos con el embajador ruso días antes de que el actual mandatario asumiera la presidencia de Estados Unidos.
Según reportes de medios locales, Flynn habría discutido con el embajador ruso en EE.UU., Sergey Kislyak, las sanciones que el gobierno del expresidente Barack Obama iba a imponer a Rusia, previo a la toma de posesión del 20 de enero.
En Estados Unidos es ilegal que civiles realicen tareas de diplomacia nacional. Las conversaciones con Rusia se registraron previo a ser confirmado en el puesto por el gobierno de Trump.
El militar retirado de 57 años y principal asesor de Seguridad Nacional de Trump durante su campaña, estuvo en total 24 días en el cargo.
Según informó la Casa Blanca, Joseph Keith Kellogg fue designado de forma interina para el puesto.
En su carta de renuncia, Flynn dice que "de forma inadvertida" dio "información incompleta" al vicepresidente, Mike Pence.
"Desafortunadamente, y debido a la rapidez de los acontecimientos, sin darme cuenta proporcioné información incompleta respecto a mis llamadas telefónicas con el embajador ruso. Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente, y ellos han aceptado mi disculpa", señala el exasesor.
Flynn negó inicialmente haber discutido las sanciones de EE.UU. con el embajador y Pence lo respaldó públicamente de las acusaciones al respecto.
Sin embargo, más tarde Flynn informó a la Casa Blanca que podría haber discutido el tema con Kislyak.