El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aseguró este lunes en una conferencia de prensa sostenida en la Casa Blanca con su homólogo de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, que continuará desarrollando su política de "apertura hacia los refugiados" sin arriesgar la seguridad de su nación.
"Mantener a los canadienses seguros es una de las responsabilidades fundamentales de cualquier Gobierno y es ciertamente algo en lo que estamos muy enfocados", dijo Trudeau.
El primer ministro de Canadá destacó que su país ha recibido más de 40 mil refugiados de Siria sin comprometer la seguridad nacional, lo que contrasta con la orden migratoria de Trump.
Por su parte, el mandatario republicano aseveró que no va a "dejar que entren las personas equivocadas" al país, en relación al veto migratorio que permanece inhabilitado temporalmente, que prohibía la llegada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
A su vez, sostuvo que el decreto migratorio que suspendió la Justicia de EE.UU. era "duro pero de sentido común" para "echar a los muy, muy malos" y afirmó que la mayoría de los estadounidenses lo siguen "alabando" por su posición, por lo que prometió revisar la política de asilo político del país para "hacer a la gente muy feliz".
Tanto Trump como Trudeau subrayaron la relevancia de los lazos bilaterales, durante un comunicado conjunto en el que aseguraron que no hay otros dos países "que compartan unas relaciones más profundas o amplias que Canadá y EE.UU.".
Asimismo, los mandatarios se comprometieron a colaborar para brindar mayor seguridad a la frontera entre ambos países.