Novak Djokovic doblegó a su clásico rival Rafael Nadal 6-1, 6-4 el lunes en la segunda ronda del tenis en los Juegos Olímpicos, en la que pudo ser el último duelo entre dos de los más grandes tenistas de todos los tiempos.
Con 30 grados de temperatura, que convirtieron al estadio Philippe Chatrier, en una caldera, el serbio Djokovic desplegó una táctica de desgaste para el maltrecho físico del español, de 38 años, quien con mucho amor propio y el apoyo de los franceses, que lo han adoptado como propio, reaccionó en el segundo set y evitó un marcador más abultado.
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“Simple, ha sido un jugador mucho mejor que el otro”, declaró Nadal tras el partido. “No he sido capaz de jugar al nivel que necesitaba para crearle problemas. Él tampoco me ha regalado prácticamente nada. Ha estado inspirado durante mucho rato. No he tenido la calidad de bola continuada como para crearle problemas. Tampoco tengo las piernas de hace 15 años”.
Djokovic se llevó 10 de los primeros 11 juegos, con un Nadal muy lejos de la versión del jugador infatigable y virtuoso que ha acaparado una cifra récord de 14 títulos de Grand Slam en la misma arcilla roja de Roland Garros que está albergando los Juegos de Verano.
Fue un Nadal menguado, un jugador al borde del retiro tras escasa actividad en las últimas dos temporada debido a una serie de lesiones, incluyendo una cirugía en la cadera.
Pero el Nadal feroz eventualmente entró en escena y plantó cara a Djokovic al ganar cuatro juegos seguidos en el segundo set, para nivelarlo 4-4. El público rugió con los cánticos de “¡Ra-fa! ¡Ra-fa!”