Jonathan Busby, atleta arubense de 33 años, ha proporcionado la primera imagen dramática en los Mundiales de Atletismo de Doha. Busby empezó a desfallecer en la última vuelta de los 5.000m, minutos después de que terminaran los mejores, pero iba aún por detrás Braima Dabó, atleta de Guinea Bissau, que cuando llegó a su altura le abrazó del hombro, lo enderezó y lo ayudó a terminar.
Les quedaban 250 metros, que hicieron al paso entre los aplausos del público, en su mayoría obreros kenianos y etíopes. Cuando llegaron a la meta, antes de caerse, Busby tuvo reflejos para parar el cronómetro que llevaba en su muñeca. Los dos, que corrían por primera vez un 5.000 en una gran cita, hicieron su mejor marca (18m 10,68s) casi cinco minutos más que el ganador de la serie, el etíope y gran favorito Selemon Barega (13m 24,69s). Busby, sin embargo, fue descalificado por recibir la ayuda.
#8DeportivoTN8 Esto se vivió en el Campeonato Mundial de Atletismo, el guineano Braimi Suncar Dabo ayudó a Jonathan Busby que se lesionó durante la carrera de 5,000 metros, a llegar a la meta. #Atletismo pic.twitter.com/LmTboCTFQl
— 8 Deportivo Videos (@8DVideos) September 28, 2019
La historia de Jonathan Busby recuerda a la de Eric Moussambani. Este atleta de Guinea Ecuatorial realizó su sueño de participar en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 gracias a una plaza en la natación que el Comité Olímpico Internacional destinó a deportistas de países en vía de desarrollo aunque no alcanzaran la mínima. Moussambani nunca había nadado en una piscina de 50 metros e hizo los 100 metros libre en 1m 52,72s, una marca el doble de alta de la que emplean los campeones e, incluso, superior a los que nadan los 200 libre.