Rafael Nadal despachó sin mayores apuros a Roger Federer en su primer enfrentamiento en el Abierto de Francia desde 2011, imponiéndose el viernes por 6-3, 6-4, 6-2 ante su viejo rival en medio de ráfagas de viento. Nadal alcanzó su 12da final en Roland Garros.
Nadal nunca ha perdido una semifinal en el torneo de Grand Slam en superficie de arcilla. Nunca ha perdido una final.
Tampoco ha perdido nunca contra Federer en París y su foja mejoró el viernes a 6-0. En el historial de la máxima rivalidad del tenis, Nadal domina 24-15. Federer había ganado sus últimos cinco encuentros, pero todos ellos en canchas duras.
Es una tarea totalmente diferente enfrentarse a Nadal en arcilla, en general, y en Roland Garros, en particular, donde el astro español está ahora a una sola victoria de ganar su 12do campeonato, una hazaña que sería más que lo que cualquier hombre o mujer ha ganado en cualquiera de las certámenes de Grand Slam.
En la final el domingo, el segundo cabeza de serie se las verá con Novak Djokovic (1er preclasificado) o Dominic Thiem (4to).
Esta fue la primera vez desde 2011 que los cuatro primeros de la preclasificación del cuadro masculino avanzaron a las semifinales en Roland Garros.
Como tantas veces anteriores, el agudo efecto de topspin del impacto de zurda de Nadal, su oficio para llegarle a todas las pelotas y su devolución asfixiaron a Federer.
La frustración del suizo fue tanta que el suizo, normalmente estoico en la cancha, vapuleó una pelota hacia las tribunas cuando sufrió un quiebre de servicio para quedar abajo 2-1 en el tercer set.
El partido acabaría pronto.
Federer, en Roland Garros por primera vez desde 2015, no había cedido un sólo set en sus cinco victorias a lo largo de las últimas dos semanas. Con un juego agresivo, empujando hacia la red, el veterano de 37 años apenas endosó cuatro quiebres de saque ante esos oponentes.
Nadal fácilmente superó esa cuenta en tres sets que gestionó en menos de 2 horas y media, llevándose 6 de los 13 juegos en los que debió devolver servicio.
Federer, cuyas 20 coronas de Grand Slam le tienen al tope de la lista histórica, recibió el aliento del público, que coreó su primer nombre. Alzó el brazo derecho para un breve saludo al retirarse de la pista, quizás por última vez. Se perdió el torneo en 2016 por una dolencia en la espalda, y se ausentó los dos años siguientes al enfocarse en los certámenes de césped y canchas duras.
Lució en gran forma en su retorno hasta que se estrelló con su némesis de toda la vida.