Hace tan solo tres meses, Novak Djokovic salió apresurado del estadio Philippe Chatrier del Abierto de Francia para hablar con la prensa. Quería irse inmediatamente tras sucumbir en los cuartos de final ante Marco Cecchinato, un jugador sin preclasificación.
Pese a su jerarquía, el serbio compareció ante los medios en una pequeña sala, no la principal. Ocho veces dio la misma respuesta a las preguntas que le hicieron: “No sé”.
Uno de esos “no sé” fue para la consulta sobre si contemplaba acudir al torneo de Wimbledon, el Grand Slam en césped.
Por supuesto que Djokovic se presentó al All England Club y se proclamó campeón para poner fin a una sequía de dos años sin consagraciones en las grandes citas.
Ocho semanas después, Djokovic se marcha de Nueva York con otro título en un Slam, su tercero en el Abierto de Estados Unidos.
También ha cambiado el tema de conversación en el mundo del tenis.
El triunfo el domingo en tres sets ante el argentino Juan Martín del Potro permitió a Djokovic llegar a 14 títulos de Grand Slam, igualando en el tercer puesto de la lista histórica a su ídolo Peter Sampras. Ahora, cuenta con buenas posibilidades de alcanzar a los únicos dos hombres delante suyo, Roger Federer y Rafael Nadal.
Djokovic toreó las preguntas sobre si se veía alcanzando los 17 títulos de Nadal o los 20 de Federer. “Soy respetuoso de la historia”, se limitó a decir.
Pero su entrenador Marian Vajda no tuvo reparo alguno en destacar que es algo que definitivamente está en su mente.
“Los 14 son un número”, expresó Vajda, maravillado con lo conseguido por su pupilo en la sala de descanso de los jugadores en el estadio Arthur Ashe del US Open. “Años atrás, yo hubiera dicho que Rafa y Roger estaban demasiado lejos con los Grand Slams y ahora tengo la sensación que va a alcanzarlos”
Es importante la palabra y la presencia de Vajda, quien regresó al círculo Djokovic en abril tras fallidos experimentos con Andre Agassi y Radek Stepanek.
No fue casualidad que la crisis de resultados de Djokovic coincidió con el alejamiento de Vajda en 2017, amén de una lesión en el codo derecho que precisó una cirugía tras perder en la cuarta ronda del Abierto de Australia en enero pasado. De vuelta tras la operación, el serbio de 31 años sufrió reveses prematuros en Indian Wells, Miami y Madrid.
Con Vajda, “Nole” ajustó la precisión de su saque y puso empeño en trabajar su físico. Pero ante todo le ayudó a recuperar la confianza.
“Ha vuelto a su mejor nivel”, afirmó el entrenador.
Ahora toca la parte más intrigante. ¿Quién emergerá como el máximo ganador de títulos entre el trío Federer-Nadal-Djokovic?
Los treintañeros monopolizaron los trofeos en las cuatro grandes citas de 2018, con Federer reinando en Australia y Nadal en Francia. Los tres han acaparado 47 de los últimos 55 cetros en los majors, a partir del Roland Garros en 2005. Y por primera vez en tres años y medio se encuentra en los tres primeros lugares del ranking, con Nadal por delante de Federer y Djokovic.
Pero el US Open planteó renovadas interrogantes sobre la longevidad de Federer y Nadal.
Con 37 años, Federer se derritió con la humedad y el calor de Nueva York al caer en la cuarta ronda. Su calidad sigue intacta, pero ¿tiene el suizo la energía para ganar siete partidos al mejor de cinco sets durante dos semanas?
Nadal tiene 32 años, pero abandonó dos veces en los Slam esta temporada. Lo hizo en cuartos de final en Australia por una lesión en la pierna y en las semifinales del US Open por dolores en la rodilla derecha, un problema que lo ha tenido a maltraer en forma recurrente. ¿Tolerará el físico del español los rigores?
En el tenis todo puede cambiar de rumbo en cuestión de semanas y Djokovic es el mejor ejemplo en este momento.
Luego de vencer a Del Potro, el serbio contó lo que hizo tras su decepción en París. Acompañado por su esposa Jelena, se fueron al sur de Francia para escalar la montaña Sainte-Victoire, inspiración del pintor Paul Cézanne.
“Nos sentamos y admiramos al mundo desde esa perspectiva”, dijo Djokovic. “Tomamos oxígenos con la nueve inspiración”.
Una motivación para alcanzar otras cumbres, como la del pináculo de más títulos en el tenis masculino.
“Ojalá que Rafa y Roger sigan peleando en los Grand Slam, porque es lindo verlos pelear por cosas históricas”, dijo Del Potro. “Nosotros tratamos de hacer lo mejor que se pueda contra ellos. Pero Novak lo tiene para establecer récords en este deporte”: