Veinte años después, Serena y Venus Williams chocarán otra vez en un Grand Slam.
Será el episodio número 30 de la rivalidad entre las dos hermanas, aunque con algo singular esta vez. Su partido en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos será el más temprano que hayan protagonizado en una de las grandes citas en las dos décadas que llevan midiéndose.
Serena, la hermana menor, se encargó de asegurar el esperado duelo en Flushing Meadows con un bombardeo de 13 aces para derrotar 6-2, 6-2 a la alemana Carina Witthoeft, tras menos de una hora en el estadio Arthur Ashe Stadium la noche del miércoles.
Horas antes, en el reconstruido estadio Louis Armstrong, Venus cumplió con su parte al doblegar 6-4, 7-5 a la italiana Camila Giorgi.
“Espero que las dos podamos jugar”, dijo Venus.
Serena le cumplió el deseo.
Jugarán el viernes en el Williams versus Williams más prematuro en un torneo grande desde el primer cara a cara que protagonizaron en el circuito, remontándose al Abierto de Australia de 1998.
Se han encontrado tan anticipadamente por cuestiones del ranking. Serena es la número 26 y apenas disputa su séptimo torneo desde que se alejó de las competencias por un año al dar a luz a una bebé. Aunque los organizadores del US Open elevaron su preclasificación, tomando en cuenta su fulgurante palmarés, aún quedó como la 17ma cabeza de serie. Venus, semifinalista de la pasada edición, es la 16ta.
“Desafortunadamente y por fortuna tenemos que medirnos”, dijo Serena. “Hubiéramos preferido vernos más tarde”.
En el historial, la menor aventaja 17-12 y 10-5 en los Grand Slam. Ambas han sido número uno del mundo, combinándose para ganar 30 títulos de individuales en las grandes citas, 23 por parte de Serena. Han conquistado seis veces el título del US Open, seis por Serena.
También son campeonas olímpicas y se han cruzado en las finales de los cuatro grandes, incluyendo el US Open de 2001, que ganó Venus, y el de 2002, en el que Serena se consagró.
¿Cuál es la mejor parte de la rivalidad?
“Nos exigimos para poder alcanzar lo mejor que podemos ser”, respondió Serena. “Ser Venus y Serena Williams”.
¿Y la peor parte?
“Nunca aliento para que pierda, no importa lo que sea”, destacó Serena. “Cuando siempre quieres que alguien gane, y acabas ganándole. Sé que es lo mismo para ella. Cuando me gana, ella siempre me alienta por igual”.