Tras superar sus problemas judiciales, el peleador irlandés Conor McGregor ya tiene en el horizonte su regreso a la UFC. Su altercado en la previa del UFC 223 ha quedado en el pasado y la compañía no le guarda rencor, por lo que han comenzado a trabajar para tenerlo nuevamente en los octágonos antes de que termine el año. Su retorno a las artes marciales mixtas es inminente.
McGregor, que no pelea en la UFC desde noviembre de 2016, se ha mantenido entre los mejores libra por libra de la compañía y la intención de que regrese en esta segunda parte del 2018 es cada vez más real. Ya ha evitado la cárcel, que era lo que más preocupaba a Dana White, presidente de la UFC, por lo que se ha puesto en marcha el plan retorno con un rival y dos fechas posibles.
Hay solamente un rival en carpeta porque es el único capaz de estar a la par de McGregor a nivel mediático y deportivo: Khabib Nurmagomedov. El ruso ganó el cinturón del que fue despojado el peleador irlandés fuera de la actividad, lo que genera un morbo que tiene en vilo a los fanáticos.
En cuanto a la fechas, en un principio se quiso que McGregor forme parte del UFC 228, que se llevará a cabo el 8 de septiembre en Dallas. Pero esa opción ya está descartada. Los directivos de la firma líder de artes marciales mixtas quieren que el evento sea en Las Vegas y, con esa condición, se desprenden dos potenciales citas: el UFC 229 (6 de octubre) y UFC 232 (29 de diciembre).
En principio, 'The Notorious' ha sido cazado por TMZ Sports en plena calle y reconoció que están "muy cerca" de llegar a un acuerdo. McGregor quiere volver al deporte que lo convirtió en estrella y las MMA esperan por el regreso del peleador más taquillero que jamás han tenido.