Conor McGregor, estrella de artes marciales mixtas, se dijo arrepentido el jueves por una trifulca previa a una función de la UFC en una arena de Brooklyn que quedó registrada en video y en que se le ve arremeter contra un camión en que viajaban peleadores, y trata de negociar un acuerdo de culpabilidad a fin de dejar atrás los cargos delictivos que enfrenta.
El gladiador irlandés de 29 años y su amigo, el también peleador y coacusado Cian Cowley, de 25 años, permanecen libres bajo fianza después de una presentación ante la corte que duró menos que un típico round de cinco minutos en el octágono. Ambos enfrentan hasta siete años de prisión por un cargo por el delito grave de daños contra la propiedad, pero es muy probable que un acuerdo reduzca o elimine su tiempo tras las rejas.
McGregor y Cowley ingresaron a una atiborrada sala de la corte en trajes azules, caminaron entre filas de reporteros y otros acusados que los esperaban. Los dos se mantuvieron de pie y dijeron poco durante la audiencia.
El juez Raymond Rodriguez les ordenó regresar el 26 de julio.
"Lamento los actos que me tienen aquí hoy", dijo McGregor afuera de la corte al final de la audiencia, un cambio respecto al tono que mostró poco después del incidente de principios de abril. "Comprendo la gravedad de este asunto y tengo la esperanza de que sea resulto pronto".
La asistente de fiscal de distrito Janet Gleeson indicó que el caso no ha sido presentado ante un jurado investigador debido a las negociaciones por un arreglo extrajudicial de culpabilidad a cambio de una reducción de pena, una señal de que todas las partes están interesadas en solucionar el asunto rápidamente.