Tiger Woods jamás tuvo posibilidades reales de coronarse en el torneo que marcó su regreso a la Gira de la PGA.
Ni siquiera se ubicó por debajo de los 70 golpes en su tarjeta, como confió que lo haría en una complicada ronda dominical que se disputó con sol y viento en Torrey Pines. Sus errores superaron por tres veces sus aciertos en los intentos por depositar la pelota en el fairway durante sus cuatro rondas en el Farmers Insurance Open.
Sin embargo, Woods se dijo “muy complacido” por participar apenas en su segundo certamen de la Gira desde que quedó empatado como décimo en el Wyndham Championship, en agosto de 2015. Luego de ese torneo, se sometió a dos cirugías de espalda. En abril, fue otra vez al quirófano, para una operación lumbar.
A la mitad de su ronda, Woods logró birdies en cuatro de siete hoyos. Luego perdió la precisión y terminó con un marcador de 72 en el Campo Sur. Así, quedó igualado en el 23er puesto.
“Después de no jugar durante un par de años, es bueno venir a la Gira y hacerlo con cuatro días sólidos, en los que peleé duro para conseguir estos marcadores”, comentó. “No fue que yo colocara el drive en el centro, depositara la pelota en el green, hiciera dos putts y consiguiera todo con un bostezo. Tuve que luchar mucho”.
Ciertamente, la participación de Woods resultó entretenida y atrajo una vez más a una numerosa multitud durante el fin de semana, tras pasar el corte, algo que no había conseguido en 29 meses.
Y más interesante fue la lucha por el trofeo. Jason Day y Alex Noren disputaron 77 hoyos en el certamen y ello no bastó para definir a un ganador.
Day embocó un putt para birdie en el quinto hoyo de desempate y ya en la oscuridad. Noren respondió con la misma dosis en el hoyo 18 de Torrey Pines.
Así, no quedó más remedio que posponer la actividad para este lunes por la mañana, a fin de resolver el desempate más largo en los 67 años de historia de este torneo.
Ryan Palmer comenzó el desempate con Noren y Day, tras conseguir un acumulado de 278 golpes, 10 debajo del par, en las cuatro rondas ordinarias. Quedó eliminado con un par en el primer hoyo de desempate.
En tres semanas, Woods volverá al sur de California, donde nació, para disputar el Genesis Open en Riviera.
¿Cuál es su tarea pendiente?
“Todo”, respondió. “Es lo mismo que ocurrió después de que jugué en las Bahamas. Tengo que trabajar en todo. Vamos a hacer lo mismo aquí, pero me emociona haber dejado atrás esto”.
Woods entregó tarjetas de 72, 71, 70 y 72 golpes. Las condiciones del domingo resultaron las más difíciles de la semana.
“Hoy quedé satisfecho. Siento que he jugado mucho major. Estas condiciones fueron adversas. Yo trataba de conseguir un 65… pero me quedo con los 72”.