A Caroline Wozniacki le tomó 43 majors y dos intentos fallidos en las finales antes de conquistar finalmente su primer título de Grand Slam.
Una de las primeras cosas que hizo como campeona fue disculparse con Simona Halep, tras su victoria por 7-6 (2), 3-6, 6-4 en la final del Abierto de Australia el sábado.
"Sé que hoy es un día difícil", le dijo Wozniacki a Halep. "Lamento haber tenido que ganar hoy, pero estoy segura de que tendremos muchos partidos en el futuro. Fue un partido increíble, una pelea increíble y de nuevo, lo siento".
Siete años y medio después de su primera final en uno de los cuatro grandes torneos del circuito, Wozniacki logró por fin conquistar un título que se le resistía y podrá eliminar por fin la frase "pero nunca ha ganado un major" de su currículum.
“Disculpen, sólo voy a tomar un segundo para abrazar a Daphne”, dijo Wozniacki, haciendo una pausa para abrazar el trofeo de campeona durante la ceremonia de premiación en la cancha. “Soñé con este momento durante muchos años, así que estar aquí es un sueño hecho realidad”.
Wozniacki también desplazó a Halep del primer puesto en el ranking mundial de la WTA, una posición que ya ocupó hace seis años.
Halep tiene ahora una foja de 0-3 en finales de majors tras caer en dos ocasiones en Roland Garros.
Wozniacki, de 27 años, había perdido sus dos finales de Grand Slam previas, ambas en el Abierto de Estados Unidos en 2009 y 2014.
“Ya nunca van a tener que cuestionarme por ser la número uno (del mundo) sin un Slam”, afirmó Wozniacki.
Fue la primera vez en la era del Abierto que la primera y segunda del ranking mundial se enfrentaron en una final sin haber ganado un solo título de Grand Slam.
Así que había una presión sustancial.
También fue la primera vez en la era del Open que dos finalistas del Abierto de Australia habían levantado puntos de partido antes de llegar a la final, por lo que en cierto modo la presión disminuyó. En el caso de Halep, fue la primera vez que una jugadora salvó puntos de partido en dos encuentros para llegar a la final.
Halep, que estaba jugando con el tobillo izquierdo lesionado y que se había recuperado de un quiebre en el tercer set para liderar 4-3 cuando Wozniacki se tomó un momento por razones médicas para que le vendaran la rodilla izquierda, se quedó sin fuerza.
“No es fácil hablar ahora mismo”, dijo Halep durante la presentación del trofeo. “Fue un gran torneo. No empecé muy bien, por la lesión del tobillo. Sólo intenté entregarme al máximo en cada partido, y lo hice. Por supuesto que estoy triste por no haber podido ganar hoy, pero Caroline fue mejor”.
“Estoy triste porque no pude lograrlo en el tercer intento, quizás tenga mejor suerte en el cuarto”.
En la final de hombres, Roger Federer busca su 20ma corona de Grand Slam el domingo ante el croata Marin Cilic, a quien venció en la final de Wimbledon del año pasado.