Cada atleta con discapacidad que gana medalla es un destello en los II Juegos Paracentroamericanos Managua 2018, pero ninguno brilla más que el plusmarquista parapanamericano nicaragüense Gabriel Cuadra Holmann.
Nada más llegar al Estadio Olímpico Cuadra Holmann despierta la admiración del público y de los competidores de Nicaragua, las cámaras lo siguen, la gente lo señala, otros lo saludan, y alguno le solicita una selfi, le dedican aplausos espontáneos, es la "estrella del rock and roll" de los juegos, él lo sabe y asume su papel de líder.
Su rol lo lleva "con mucho orgullo y dedicación, es importante que los a nicaragüenses vengamos a apoyar estas cosas, porque pueden inspirar a mucha gente", afirma en entrevista con Acan-Efe.
Cuadra Holmann es un joven de 25 años con parálisis cerebral, su nivel vida acomodada no le impide sacrificarse, trabaja como diseñador gráfico en una compañía local y además entrena 5 horas todos los días, entre calentamiento, trabajo de pista y gimnasio.
Su esfuerzo y sacrificio llevaron a este medallista de bronce parapanamericano a establecer una nueva marca continental en los 800 metros planos T36 en el Campeonato Mundial de Paratletismo de Londres en julio pasado, con 2:14.70 minutos.
Los árbitros de los Juegos Paracentroamericanos Managua 2018 decidieron que Cuadra Holmann compitiera en la clasificación T38.
"Yo comencé en el deporte, no para ganar medallas ni para imponer récord, lo hice para mejorar mi discapacidad, que me hayan subido de categoría significa que he logrado mi objetivo", sostiene el deportista.
"La diferencia es la siguiente, en T34 compiten los que sufren paraplejia, los T38 lo hacen en silla de ruedas, él estaba en T36 porque corría con dificultad, pero ha progresado tanto que ahora lo calificaron en T38, donde la discapacidad es menor", explica su entrenador, Sergio Pupo.
Cuando la pistola sonó este miércoles en el Estadio Olímpico de Managua, el público local estaba nervioso porque era la primera vez que su estrella competía con corredores más hábiles, pero Cuadra Holmann ganó la medalla de oro sin problemas, con lo cual cumplió un sueño.
"Siempre había querido correr en esta pista, se siente una inmensa satisfacción, era como lo soñé, estaba ansioso de correr en esta pista donde me he forjado", resalta.
En el Estadio Olímpico este diseñador profesional, coautor del logotipo de los II Juegos Parapanamericanos 2018, demostró a qué se refería cuando le puso alas a la imagen oficial de la antorcha alada.
"Quise colocarle alas porque algunos paraatletas no tienen manos, otros pies, brazos o piernas, pero todos volamos por encima de los obstáculos y conseguimos lo que nos proponemos, sin importar la discapacidad que poseamos", reitera.
Por esta razón Cuadra Holmann ve más allá del resplandor de sus medallas, de las cámaras, aplausos, y selfis, pues encuentra en los otros deportistas paralímpicos las ganas de continuar.
"Es emocionante, porque me inspiran a mí también, porque todos esos atletas, a pesar de su discapacidad, han sabido sobresalir", subraya.
Los atletas con discapacidad tienen la particularidad de que en Centroamérica pueden competir incluso superados los 30 años, Cuadra Holmann no piensa en el retiro, pero está claro que es el deporte lo que quiere para su vida.
"No tengo ni que pensar, me gustaría estar ligado al deporte, ayudando a personas que reo que se merecen el apoyo y el respeto", concluye.
Cuadra Holmann no deja de sonreír y de atender a la gente, al final de la jornada el Estadio Olímpico de Managua queda vacío, pero su entorno permanece aglomerado.