Nick Kyrgios ganó un título de la ATP en casa por primera vez con una contundente victoria el domingo por 6-4, 6-2 sobre el estadounidense Ryan Harrison en la final del torneo de Brisbane.
Fue el cuarto campeonato para el enigmático australiano de 22 años y su primero desde 2016.
Harrison tuvo cinco oportunidades de quiebre en el primer first pero no pudo convertirlas, y el tercer preclasificado Kyrgios remontó para apuntarse el rompimiento decisivo en el séptimo game y tomar el control con una mezcla de disparos poco ortodoxos y potencia en su servicio.
Selló el triunfo con su 17mo ace.
"Es una gran sensación. Conforme la semana avanzaba, empecé a sacar mejor y a pegarle mejor a la pelota", declaró Kyrgios. "Hubo presón en mí hoy porque era el favorito y la mayoría de la gente esperaba que yo ganara, así que me siento orgulloso por la forma en que manejé esa expectativa y presión".
Kyrgios tuvo problemas con su rodilla izquierda durante el torneo, y requirió cambiar el vendaje en la articulación cerca del final del primer set. Después de eso, parecía moverse con mayor libertad y no parece que le vaya a dar problemas en el Abierto de Australia que da inicio el 15 de enero.
Su mejor desempeño en el primer torneo Grand Slam del año fue un pase a cuartos de final en 2015. Kyrgios espera mejorar eso después de una actuación que le da confianza en Brisbane, donde superó al campeón defensor y número tres del mundo Grigor Dimitrov en las semifinales.
"Para mí, representa confianza no sólo mental sino físicamente también, al aplicarme a fondo", sostuvo. "Es bueno ver que el trabajo que he venido haciendo antes de la temporada rinde frutos. Hoy me siento muy feliz con mi desempeño".