El calendario indica que la temporada regular de la NFL llega a su penúltima fecha, pero en realidad la mira está puesta en los playoffs, ya que 13 de los 16 partidos del fin de semana definirán el panorama de la postemporada.
Los Cowboys de Dallas y los Seahawks de Seattle iniciaron la campaña con etiqueta de favoritos para llegar al Super Bowl. Sin embargo, uno de los dos perderá esa posibilidad en Nochebuena.
El ganador del partido del sábado en Dallas llegará con vida a la última fecha, y el perdedor firmará una temporada por debajo de las expectativas.
Ambos equipos llegan en momentos contrastantes. Los Cowboys (8-6) no solo cuentan con la ventaja de jugar en casa, sino que también recuperan al líder corredor de la temporada pasada, Ezekiel Elliott, luego de cumplir con una suspensión de seis partidos por un caso de violencia doméstica. Además, lograron mantenerse con vida al ganar sus últimos tres juegos sin Elliott, permaneciendo como la tercera mejor ofensiva terrestre de la NFL.
Seattle (8-6) viene de sufrir dos derrotas consecutivas en las que su otrora defensa élite resultó expuesta al admitir 72 puntos en total, además de permitirle a los Rams 244 yardas por tierra en la paliza de 42-7 del domingo pasado que puso su temporada en un hilo.
Los Seahawks han perdido en tres de sus últimas cuatro visitas a casa de los Cowboys y en total tienen cuatro derrotas en sus últimos seis enfrentamientos contra Dallas. Y si pretenden cambiar la situación y acceder a la postemporada por sexta ocasión consecutiva, su primera misión es detener a Elliott y aprovechar la posible ausencia del estelar tacle izquierdo de Dallas Tyron Smith, para ponerle presión al quarterback Dak Prescott. Su temporada depende de ello.