Durante la ceremonia en que se le exaltó como nueva integrante del Salón Mundial de la Fama del Golf, Lorena Ochoa tuvo palabras de aliento para sus compatriotas en México, exactamente una semana después de que un terremoto dejó una honda herida en el país.
Y la golfista retirada tampoco se olvidó de manifestar agradecimiento a su familia, cuyo apoyo permitió que una jovencita de la ciudad de Guadalajara desafiara todos los pronósticos y ascendiera a la cima de este deporte.
Ochoa, Davis Love III, Meg Mallon e Ian Woosnam fueron los exgolfistas que ingresaron el martes al recinto de los inmortales, junto con el periodista británico Henry Longhurst. En la actualidad, se realiza la ceremonia de exaltación una vez cada dos años.
La leyenda de Guadalajara se retiró cuando tenía 28 años y era primera del escalafón mundial. Manifestó entonces que quería formar una familia y ayudar a los niños necesitados en su ciudad natal.
Ochoa abrió su largo discurso con una referencia al sismo del martes pasado, que ha dejado al menos 333 muertos en varios estados centrales del país.
“Los mexicanos han pasado por momentos difíciles debido a un desastre natural”, dijo. “Mi amor y solidaridad para ellos”.
Luego, recordó que hace 10 años, su marido Andrés Conesa la llevó al Salón Mundial de la Fama del Golf en St. Augustine, Florida, y le dijo que quería estar en ese lugar con ella y sus futuros hijos, cuando se exhibiera su placa como integrante de ese club de leyendas.
“Y se volvió realidad”, dijo Ochoa, a Conesa, director general de la empresa Aeroméxico. “Gracias por darme fuerza para anunciar mi retiro. Ahora siento que soy la mujer más afortunada del mundo”.
La ceremonia se realizó en Nueva York, donde comenzará el jueves la Presidents Cup.
Ochoa provocó risas, incluso propias, cuando contó la historia asombrosa de sus inicios en el golf, un deporte poco popular en su país. Su padre le prometió llevarla a California si lograba colarse en la selección nacional a los 8 años.
“La verdad, yo sólo quería ir a Disneyland”, rememoró.
Luego alcanzó alturas que ningún compatriota, hombre o mujer, ha podido emular. Ostentó 21 victorias, incluidos dos majors, en un periodo de tres años. Y junto con sus tres hijos, tiene una fundación que ha permitido dar educación a 4.000 niños de escasos recursos.
Ochoa habló en inglés, aunque reconoció que en algún momento, sin darse cuenta, podría hablar en español. Lo hizo cuando se refirió a sus padres.
“Increíble todo lo que cada uno de nosotros hemos logrado”, dijo. “Gracias por todo su amor. Muchas gracias a los dos. Tenemos una familia increíble”