El español Rafael Nadal, actual número uno del mundo, y el suizo Roger Federer, tercero en la lista, volverán a estar juntos en el Abierto de Estados Unidos, y esta vez como los dos grandes favoritos para luchar por el título tras conocerse la baja del británico Andy Murray por problemas físicos.
Antes que se diese la baja de Murray, ya estaban también confirmadas las del serbio Novak Djokovic y el suizo Stan Wawrinka, actual campeón del torneo, por lo que Nadal, que desde el pasado lunes es el número uno del mundo, llega como primer preclasficado al último torneo de Grand Slam, que ha ganado en dos ocasiones (2010 y 2013).
A esas bajas se unen las del canadiense Milos Raonic y el japonés Kei Nishikori, por lo que cinco de los once mejores no estarán en Flusing Meadows.
El rival a batir será Federer, con quien Nadal nunca se ha enfrentado en una final del Abierto de Estados Unidos, ni tampoco lo podrá hacer en esta ocasión, pero si en semifinales, algo que al tenista español tampoco le gustaría vivir.
Nadal se ha reencontrado con su mejor tenis y el haber alcanzado el número uno en la clasificación de la ATP ha sido el revulsivo que necesitaba para confirmar que todavía tiene mucho tenis que ofrecer.
El jugador mallorquín lidera los duelos entre ambos con marca de 23-14, pero Federer ha ganado los últimos cuatro enfrentamientos que han tenido, incluidos tres partidos en pista dura esta temporada, como fueron la final del Abierto de Australia, los octavos de Indian Wells y la final de Miami.
De ahí que Nadal haya reconocido abiertamente que tampoco le gustaría enfrentarse contra Federer en semifinales.
Ese posible choque puede llegar a definir, no sólo el pase a la final, sino también el número uno del 11 de septiembre, día siguiente al partido por el título que se va a jugar el domingo, 10. Si uno de los dos consigue el título en el US Open, será el número uno del mundo.
Federer llega como tercer cabeza de serie después de haber ganado los títulos del Abierto de Australia y Wimbledon, y busca el sexto en Nueva York, y el vigésimo en un torneo de Grand Slam.
Junto a ellos figuran los nuevos jóvenes valores que se preparan para ser el recambio generacional y que están encabezados por el alemán Alexander Zverev, cuarto cabeza de serie, que busca confirmar su gran momento de juego, al igual que el austríaco Dominic Thiem, el croata Marin Cilic y el búlgaro Grigor Dimitrov, flamante campeón en pasado torneo Masters 1.000 de Cincinnati.
Sin olvidar jugadores como el argentino Juan Martín del Potro, ganador del torneo en el 2009, que llega como vigésimo cuarto cabeza de serie, y que será una vez más la mejor opción que tenga el tenis latinoamericano en el torneo, de los 11 que han entrado directamente al cuadro.
Mientras, el tenis español, además de Nadal también tiene ya en el cuadro a otros siete jugadores, incluido Roberto Bautista, ganador el sábado del torneo de Winston-Salem y que será el undécimo cabeza de serie.
Le siguen Pablo Carreño (12), Albert Ramos (20), Feliciano López (31) y el veterano David Ferrer, que a los 35 años ha vuelto a jugar su mejor tenis podría convertirse en una grata sorpresa, mientras que Fernando Verdasco y Nicolás Almagro también están dentro del cuadro.