El británico Andy Murray, defensor del título, escapó del virtuosismo del alemán de origen jamaicano Dustin Brown, 97 del mundo, para vencerle por 6-3, 6-2 y 6-2, y colocarse en la tercera ronda de Wimbledon.
Brown, último verdugo del español Rafael Nadal en la segunda ronda de 2015, convirtió la pista Central del All England Club, en un escenario de magia, con una variedad de golpes inusuales en el circuito, todo para el deleite del público, con dejadas intemporales, arriesgadas subidas a la red, remates imposibles y estiradas interminables con su rastras al viento.
Pero ante el virtuosismo del jugador germano, que rompió el lunes una racha de cuatro derrotas en las primeras rondas del Grand Slam al vencer al portugués Joao Sousa, Murray impuso la sobriedad de su tenis para vencer en una hora y 36 minutos, y avanzar a la tercera ronda sin ceder un set en dos partidos.
El británico se ha presentado en Wimbledon con un solo partido oficial disputado en hierba, después de su salida de Roland Garros en semifinales ante el suizo Stan Wawrinka en cinco sets. Cayó luego ante su compatriota Jordan Thompson, 90 del mundo, en la primera ronda de Queen's y luego, para prevenir su maltrecha cadera izquierda, no disputó la exhibición de Hurlingham.
Ha sido pisar Wimbledon y encontrar los mecanismos para recuperar la confianza y la seguridad en su tenis, y comenzar a defender el título con la necesidad de alcanzar la final para seguir manteniendo sus posibilidades de ser el número uno al término de la quincena.