El día que cumplía 20 años, la letona Jelena Ostapenko accedió hoy en Roland Garros a su primera final de un Grand Slam, tras derrotar a la suiza Timea Bacsinszky por 7-6(4), 3-6 y 6-3, en dos horas y 25 minutos.
"Estoy muy feliz de poder celebrar así mi cumpleaños", dijo la tenista letona, entrenada desde hace un mes por la española Anabel Medina, y que se ha convertido en la sensación del torneo femenino.
Ostapenko, 47 del mundo, agradeció el apoyo de la española que, dijo, le ha permitido progresar en su tenis.
La letona, que no ha logrado un torneo en su carrera, puede convertirse en la primera tenista en ganar su primer torneo en Roland Garros, desde que en 1997 lo hiciera el brasileño Gustavo Kuerten, que levantó la Copa de los Mosqueteros en París precisamente el día del nacimiento de Ostapenko en Riga.
Reputada por su carácter difícil en la pista y fuera de ella, Ostapenko no tiene muchas amigas en el circuito, una de las pocas es Bacsinszky, que también hoy cumplía años, 28, y que se quedó por segunda vez en su carrera a las puertas de la final de Roland Garros.
Ostapenko ha ido superando escalones a medida que avanzaba el torneo, derrotando a tenistas con mejor ránking que ella, la campeona olímpica Mónica Puig, la ucraniana Lesia Tsurenko, la australiana Samantha Stosur y la danesa Caroline Wozniacki.
La más joven finalista desde la serbia Anna Ivanovic en 2007, ha dado muestras de precocidad, como cuando ganó el júniors de Wimbledon en 2014, y ahora también de solidez en un grande pese a su corta edad.
La letona no se viene abajo y sus partidos se caracterizan por las remontadas, que ha protagonizado en tres ocasiones hasta presentarse en la final.
De niña, esta admiradora de Serena Williams, que este año no ha comparecido en Roland Garros debido a su embarazo, dudó entre el tenis y la danza, una afición que conserva todavía hoy practicando la samba.
Su rival en la final saldrá del duelo entre la checa Karolina Pliskova, número 3 del mundo, y la rumana Simona Halep, tercera favorita.