Con la esperanza de convertirse en futuros profesionales, jóvenes y adultos del departamento de Matagalpa iniciaron este fin de semana la secundaria a distancia en el campo.
Cada uno de ellos, con sus propios proyectos y sueños, está convencido de que estas oportunidades solo las proporciona el gobierno del comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo. Es por eso que regresar a sus centros de estudios es una nueva tarea que desean llevar hasta el final.
Las autoridades del Ministerio de Educación en Matagalpa, representadas por el delegado municipal Jorge Pravia, aseguran que estas modalidades son flexibles y vienen a fortalecer la educación del país. “Aquí tenemos la secundaria”.
“La verdad es que esto es muy bueno, todo lo que hace la Alcaldía y el Ministerio de Educación. Nos dan útiles escolares, alimento y hasta el transporte, ya que vivimos lejos, y esto nos ayuda a venir a clases”, valoró Natalia Herrera, alumna de secundaria a distancia en el campo, primaria a distancia en el campo, secundaria por encuentro al igual que tercero y cuarto ciclo de jóvenes y adultos. «Estamos felices con las 2 sedes constatando la asistencia, porque ese es el éxito: que los estudiantes estén en sus aulas desde el primer día”, puntualizó.
La educación llega a Matagalpa
En este primer día también se pudo constatar la entrega de útiles escolares a todos los estudiantes, otro de los ejes fundamentales que abarca la educación es la merienda escolar, la cual también se les entregó a cada uno de los que llegaron a las diferentes escuelas.
A estos centros que fueron habilitados por el Ministerio de Educación llegan los alumnos que por distancias o por trabajo no pueden asistir a las otras modalidades. Solo el municipio de Matagalpa tiene una matrícula inicial de 1424, y la permanencia de los primeros 60 días es fundamental para la permanencia en las aulas de clases.
Padres y estudiantes agradecen al gobierno por permitirles recibir la educación en sus comunidades; ya que para ellos es difícil estudiar diariamente, porque muchos de ellos ayudan a sus padres en las labores agrícolas o tienen otro trabajo para contribuir en la economía del hogar.