En Diriomo, sosteniendo dos candelas de cebo entre sus manos, alzando la mirada hacia la venerada imagen de la Candelaria, María Elena Muñoz; agradece por los favores recibidos a través de la intercesión de la madre de Jesús, para ella y su familia:
«Vengo a agradecer porque mi mamá recuperó la salud después de dos infartos y por mi hijo, que salió de una neumonía. Ambos fueron milagros. Vengo a agradecer y a la vez, a pedir que Ella interceda para que sigamos teniendo salud»; expresó.
Como María Elena, cientos de promesantes, procedentes de diferentes sitios del país, visitaron el Santuario Nacional Nuestra Señora de Candelaria, ubicado en el municipio de Diriomo; departamento de Granada.
Después de celebrar la eucaristía, la imagen fue bajada de su nicho, para recibir veneración por parte de los fieles en el interior de la iglesia. Ahí se realizaron, además de la quema de candelas tradicionales de cebo, presentaciones artísticas.
Gran tradición en Diriomo, Granada
Jeffrey Mena, quien asistió a la iglesia para participar del Baile de Negras en honor de la patrona de Diriomo, compartió: «En total llevó siete años bailándole a la Virgen. Le agradezco a Ella que mi abuela tenga una recuperación satisfactoria después de su operación», afirmó, mientras se preparaba para la siguiente pieza.
El milagro de la luz que puso fin a las tinieblas
En el año 1835, con la violenta explosión del Volcán Cosigüina, que cubrió de polvo y gases el país, los fieles del municipio Diriomo, que ya habían atribuido a la imagen de Candelaria varios milagros; decidieron sacarla en rogativa por el pueblo.
De esta manera, en el cruce entre Diriá y Diriomo, un rayo de luz acabó con las tinieblas. Rayó la luz del día y un viento disipó las cenizas y gases, devolviendo a la normalidad el ambiente en el pueblo.
