Las vivencias y aprendizajes que dejó la Cruzada Nacional de Alfabetización, de la que este 23 de agosto se conmemoran 44 años de su finalización, se mantienen vivos en la memoria de tres granadinos que, siendo adolescentes, dejaron todo para ser parte de esta gran epopeya cultural.
Se trata de Thelma Ráudez e Israel Cortéz. Los tres partieron con sus pizarras, cartillas y candiles, portando una mochila llena de sueños y esperanzas, cumpliendo con el gran mandato de Carlos Fonseca Amador: “Y también enséñenles a leer”.
Thelma realizó su servicio en Malacatoya, donde afirma que la primera dificultad era la ausencia de vías de conexión: “Íbamos en medio del monte, apartábamos las ramas de los árboles mientras avanzábamos en el camión”; recuerda. Ráudez compartió que uno de los casos que más le marcó fue el de una joven madre que llegaba con su hijo en brazos a clases, después de su venta de pescado.
En la frontera con Honduras, Israel Cortéz se integró desde el censo previo a la cruzada, en el departamento de Madriz, y posteriormente dirigió una columna de alfabetizadores, todos estudiantes como él; quienes encontraron una segunda familia en aquellas tierras, a quienes llevan siempre en el corazón y no olvidaron a su retorno a Granada.
Cruzada Nacional de Alfabetización viva en memoria de granadinos
“Allá, nosotros que llegábamos de la ciudad, no solo fuimos a entregar el pan del saber, aprendimos a valorar el trabajo del campesino. Nosotros sabíamos comer el arrocito y los frijolitos, pero no cosecharlo. Recibimos grandes enseñanzas de vida”; expresó.
En las fértiles tierras del río San Juan, Karla Sequeira encontró a los alumnos que le habían sido asignados al recibir la misión antes de salir de Granada, donde pudo trabajar y convivir con las familias de la zona, a quienes alfabetizó y de quienes hoy se siente orgullosa.
“Tuve un alumno que se convirtió en médico, también un alumno que se convirtió en alcalde de Potosí y hasta escribió un libro. Yo perdí contacto con ellos, pero si yo los pudiera volver a encontrar, les diría que después del primer paso, no paramos de andar jamás”; expresó Sequeira.
Actualmente, Thelma es la Coordinadora Departamental de Educación de Jóvenes y Adultos en Granada; Israel es abogado y Karla trabaja en un centro tecnológico de la Gran Sultana. Los tres coinciden en que la Cruzada Nacional de Alfabetización, realizada por el FSLN, marcó un antes y un después para Nicaragua y para las vidas de estos jóvenes de ayer, militantes de siempre, alfabetizadores de corazón.